¿Qué fue de Hadijatou, la esclava que se rebeló contra su amo?
El documental Free: Hadijatou contra el Estado comienza con una conversación entre dos hombres a las puertas de una cabaña de adobe. Uno de ellos se tapa la cara con un turbante tuareg mientras habla de una cabra. Cuenta que había desaparecido y que su dueño la buscó por todos sitios hasta que alguien le dijo que fuese a un mercado cercano, porque allí la había visto a la venta. La cabra es una esclava. El documental cuenta qué pasó con Hadijatou, la mujer de Níger que se rebeló contra su amo, contra Níger y contra el sistema hasta ser libre. Free acaba de recibir una biznaga de plata honorífica en la sección Afirmando los derechos de la mujer del Festival de Cine de Málaga.
Hadijatou vive ahora con su marido y los tres hijos que tiene con él en el poblado de Kagaji. Cuando tenía diez años su hermano le prometió a un rico del lugar que se la vendería. Durante el documental, Hadijatou le pregunta a su madre: “¿Cuánto te dieron?”. “Ni un franco”, responde ella. El hermano, que siempre negó haber participado en la transacción, lamenta delante de ella: “Nadie vende a mi hermana sin preguntármelo a mí”. Dice el “comprador” que pagó a un intermediario el equivalente a 360 euros por ella e incluyó cuatro camellos en el trato.
Hadijatou fue vendida cuando tenía 12 años. Su amo le pegó desde el primer día y la puso a trabajar para él y sus cuatro esposas. Ella se escapó varias veces hasta que huyó y acabó denunciando a aquel hombre y al propio estado de Níger por tolerar la esclavitud, formalmente abolida en 1960, prohibida en 1999 y criminalizada en 2004. Su victoria en 2009 no fue completa. Los hijos que tuvo con su amo la rechazaron y un tribunal resolvió que debían permanecer con el padre, que además presentó una querella acusándola de bigamia. Hadijatou pasó en la cárcel dos meses y dos días, antes de pedir a Ecowas (la comunidad económica de Estados de África Occidental) que denunciara a Níger.
La historia de la esclava liberada tuvo tal eco, que en 2009 Hadijatou recibió de Hillary Clinton el Premio Internacional Mujeres Coraje. Lo que han hecho las directoras del documental, Rosa Cornet y Lala Gomà, y sus colaboradores en Níger es averiguar qué pasó después y registrar la lucha de la mujer por recuperar a sus hijos.
“No toda mujer en Níger tendría el valor de declarar ante un tribunal”, explica durante el documental su abogado. Lala Gomà explica que fueron con varias esclavas liberadas a Niamey, la capital de Níger, y que se asustaron tanto que enseguida quisieron regresar a su campamento. Por eso es complicado evaluar el impacto de un caso como el de Hadijatou. “En las zonas donde se ha podido conocer, como la capital, se ha avanzado. Pero en zonas donde viven como Hadijatou no tienen ninguna posibilidad de enterarse”, explica Rosa Cornet.
El caso de Hadijatou fue la primera grieta en un sistema aún en pie. “Un día llamamos a Timidria [una ONG dedicada a erradicar la esclavitud en Níger] y dijeron que iban a hacer unos talleres con el Gobierno. Cuando fuimos la primera vez, fuimos escondidas como turistas”, explican las directoras. El último informe de Anti-slavery International cifra las esclavas en Níger en 43.000 mujeres.
Estas mujeres viven en zonas desérticas, con apenas pistas de tierra para comunicar (en camello, burro o a pie) un poblado con otro. En algunos sitios, Al Qaeda o Boko Haram se han hecho fuertes. La inseguridad en la zona donde vive Hadijatou es el motivo de que una parte del documental la haya realizado la única productora local o, por ser más precisos, “un señor que tiene una cámara”. Gracias a él se puede escuchar cómo el amo reclama su “derecho”. “Nosotras no habríamos podido porque éramos extranjeras y mujeres. Fue perfecto porque de golpe tienes al antagonista hablando, con intervenciones brutales porque todavía no entiende lo que ha pasado. ”¿Por qué me lleva a los tribunales si son los deseos de Alá?“”, comenta Cornet.
Cornet y Gomà han tardado seis años en culminar el proyecto, levantado a pulso por un empeño personal y el crowdfunding. “En los documentales o tienes un compromiso con el tema o dedícate a otra cosa. Yo llamaba por teléfono desde los locutorios porque era más barato”, recuerda Gomà.
Pasado el tiempo, Hadijatou se ve con los hijos que comparte con su antiguo “dueño” y con éste mantiene una relación “cordial”. Como ella, otras se han rebelado y algunas han acabado en el campamento de Zangon Abolo. En una conversación en el campamento, algunas de ellas discuten si la esclavitud sigue existiendo: una mujer dice que no, porque los blancos la abolieron. Hadijatou dice que sí, que basta con verlas a ellas. Se trata sólo de qué nombre poner a la situación en la que un hombre compra una mujer como si fuese una cabra, como ocurre en la primera escena. El gobierno de Níger lo tuvo claro cuando quiso poner fin al caso de Hadijatou entregándole un certificado de emancipación.