Salud pública
Las mareas quieren echar un pulso a la Junta de Andalucía para frenar la “privatización” de la sanidad pública
La sociedad civil, organizada en mareas blancas, ha decidido echarle un pulso en la calle a la Junta de Andalucía para defender la sanidad pública. Denuncian colapso asistencial, la orden para concertar la atención primaria con la sanidad privada y el desvío de fondos públicos bajo el paraguas de los contratos de emergencia por la Covid-19, lo que ha elevado el malestar de los ciudadanos y los profesionales que este sábado se manifiestan en todas las capitales andaluzas contra un modelo que entienden que camina hacia la “privatización”. Será la segunda movilización de las mareas en apenas dos meses contra las políticas sanitarias del Gobierno andaluz, después de la que tuvo lugar en enero, pero esta se espera que sea más multitudinaria.
Mientras la consejera de Salud, Catalina García, se esfuerza por aparentar normalidad y consenso en las decisiones adoptadas en los últimos meses, lo cierto es que no se vislumbra una tregua, sino posturas cada vez más alejadas entre el Ejecutivo regional y los ciudadanos. El colapso asistencial de la atención primaria, que sigue teniendo problemas tanto para ofrecer citas en un periodo corto de tiempo como para que los médicos de familia no tengan que asumir una carga de trabajo diaria excesiva, es la base de todo el descontento.
Ambulatorios desbordados
Porque los centros de salud de Andalucía adolecen de personal suficiente reconocido por la propia Consejería mientras la población andaluza es la más numerosa de España con más de 8,4 millones de habitantes. A este déficit hay que sumar el hecho de que casi la mitad de los médicos de cabecera que hay en la actualidad se jubilarán durante la próxima década, lo que empeorará la capacidad de los ambulatorios para atender a sus pacientes. Actualmente, el cupo ideal de usuarios por galeno está en el entorno de los 1.200, pero más de la mitad de los centros de salud superan ese número holgadamente. Málaga, Almería y Sevilla son las provincias que presentan peores datos en ese sentido.
Por eso, los sindicatos de la mesa sectorial llevan tiempo reclamando a la Junta de Andalucía que se establezca un plan para subsanar la presión asistencial en la atención primaria. Un plan que pase por dotar de más plantilla a los ambulatorios y que limite las agendas de los médicos para que puedan tener más tiempo por consulta y paciente. En ese sentido, en enero hubo un amago de huelga por parte del Sindicato Médico Andaluz (SMA) que se solventó con un acuerdo que establece un límite diario de 35 usuarios por médico de familia y 25 en el caso de los pediatras. Además, se establece la opción de que estos profesionales puedan pasar consulta por las tardes con un límite máximo de 25 pacientes. El problema es que dicho acuerdo solo sirvió para frenar la huelga porque, dos meses después, no hay nada que permita llevarlo a cabo y el SMA ha convocado una huelga para el próximo 14 de abril.
Los borradores que ha presentado la Consejería de Salud para aliviar la tensión con los sindicatos y mejorar la atención primaria no han pasado de “listados de buenas intenciones” -así los califican en la mesa sectorial- que carecen de financiación alguna porque ni siquiera la Consejería de Hacienda es consciente de lo que se propone. Salud ha tratado de frenar movilizaciones con documentos que tampoco ha negociado y que se han encontrado con la negativa de todas las secciones sindicales.
Con este caldo de cultivo, en este mes de marzo se han conocido dos situaciones que han empeorado el panorama. Por un lado, se ha aprobado una orden que establece por primera vez que la atención primaria pueda ser tratada con recursos de la sanidad privada sufragada con dinero público y por otro, este medio ha desvelado en exclusiva que Andalucía ha contratado por el procedimiento de emergencia Covid derivaciones a la sanidad privada amparándose en una orden caducada. A día de hoy, el montante total de fondos públicos invertidos en la sanidad privada en contratos de emergencia asciende a más de 240 millones de euros.
Andalucía a la calle
Tratando de canalizar en una sola voz todo el descontento generado en los últimos tiempos, las mareas blancas de Andalucía saldrán a la calle este 25 de marzo acompañadas de sindicatos (no todos) y asociaciones de diversos ámbitos. José Antonio Brieva, portavoz de la marea sevillana -que suele ser la más multitudinaria- afirma que encaran esta jornada “con bastante energía” a pesar de que “no ha sido fácil conseguir que todas las provincias estén”. Cree que, tal y como lo está haciendo la Junta de Andalucía, “próximamente no serán solo todas las provincias, sino cada rincón de la comunidad”.
“Existen ya mareas blancas en más de 200 pueblos y si siguen así se van a encontrar que va a haber una marea blanca en todos los rincones”. Para Brieva el apoyo ciudadano que están encontrándose les “anima mucho” a seguir “luchando”. Advierte de que estas movilizaciones no se van a “acabar aquí”: “Pedimos que se retire la orden de privatización de la atención primaria, pero si no lo hacen, habrá que seguir. Qué remedio”. Teresa Almagro, portavoz de la marea gaditana, dice que “Moreno Bonilla no hace más que repetir que defiende la sanidad pública, por eso hay que hacer énfasis en que debe hacerse al 100%”.
“Pueden decir que defienden la sanidad pública, pero creemos que lo único que defienden es el dinero público que usan en derivarlo a las empresas privadas con las que conciertan”. Almagro cree que los argumentos que utiliza Salud para justificar que se concierte la atención primaria en caso de “emergencia” son precarios porque “el estado ya tiene recursos para, llegado el momento, poder recurrir a entidades privadas como ya se ha demostrado durante la pandemia”. Además, en lo que coinciden tanto las mareas como los sindicatos es en que “hay que mejorar las condiciones laborales de los profesionales para que se queden en nuestra tierra”. Para lograrlo, además de ofrecer mejores contratos, lo que hay que hacer, apuntan, es “convocar plazas para que tengan sus puestos de trabajo fijos y puedan tener estabilidad y un proyecto de vida”.
Germán Moreno, portavoz de la Plataforma Sanidad de Calidad de Jaén, también participará en las manifestaciones previstas para el sábado. “Esta vez salimos con todas las mareas blancas, pero nosotros hemos salido también cuando gobernaba el PSOE”. En su caso particular, denuncia que en Jaén el panorama es “insostenible”. Cuenta que la falta de personal está haciendo que “solo se operen los casos más urgentes, teniendo listas de espera completamente desbordadas”. Como en algunos otros puntos de la comunidad autónoma, la imposibilidad de conseguir una cita en poco tiempo en un centro de salud o por teléfono es la tónica dominante que les lleva a manifestarse.
Así, el descontento es generalizado no solo por parte de la sociedad civil, aglutinada en las mareas blancas, sino por el Sindicato Médico Andaluz (SMA), que esta misma semana se ha movilizado para exigir que Salud deje de caminar hacia la “privatización” y que anuncia una huelga para abril. También tachan como de “muy preocupante” la orden para concertar la atención primaria o critican que el Ejecutivo regional no tenga un plan claro para mejorar el colapso de los centros de salud.
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