El agua en la localidad zaragozana de Pozuelo de Aragón: del pozo que nadie quiere utilizar a un 'géiser' de aguas termales
A falta de la última autorización por parte de Sanidad, el municipio de Pozuelo de Aragón, en la comarca del Campo de Borja, tiene ya todo listo para la llegada del agua del embalse de Yesa a través del de la Loteta. Culmina así un proyecto que se inició hace ocho años para solucionar los problemas de agua de boca que arrastra la localidad.
Hasta el momento, los vecinos se abastecen con el agua de un pozo que tiene mucho salitre y cal. Su alcalde, Jerónimo Gracia, asegura que, aunque cumple con los parámetros de Sanidad, nadie quiere utilizarla para guisar ni beber. “Entre el 50 y el 70% del pueblo la compra mineral. Estropea incluso lavadoras y electrodomésticos por la cal que lleva”, explica.
Los siete kilómetros de canalización que han sido necesarios para conectar el depósito de agua de Cabezo Agudo, en el embalse de la Loteta, con Pozuelo son el resultado de un proyecto que el ayuntamiento de la localidad ha costeado con sus propios medios y que asciende a 400.000 euros. “Ha sido, sin duda, uno de los proyectos más importantes que ha habido en el municipio. Tener un agua de mejor calidad era muy importante para nosotros y, hace unos años, parecía impensable que pudiéramos estar tan cerca de consumir agua del Pirineo”, afirma Ana Blanca Jarreta, concejal de Pozuelo.
Agua para regadío
Este no es, sin embargo, el único logro en materia de agua que festeja Pozuelo este mes. Desde el pasado 7 de marzo, los agricultores del municipio han conseguido otra demanda histórica por la que llevan luchando desde el año 2014: traer el agua desde el Canal Imperial de Aragón para poner casi 300 hectáreas de regadío. Todo un acontecimiento para los agricultores de la zona acostumbrados a lidiar con un “secano rabioso” y más en este año de tanta sequía. “Parece incluso que nos ha tocado la lotería”, asegura Alfonso Jarreta, agricultor del municipio.
La obra, que comenzó hace más de un año, ha consistido en canalizar 16 kilómetros de tuberías desde Luceni y en realizar un desnivel de 180 metros de elevación. El 40% de la inversión ha sido subvencionada por el Gobierno de Aragón y serán los propietarios de las tierras quienes deban pagar el resto. “Va a ser costoso, pero es mejor así. Mejor eso que no regar”, asegura Jarreta.
Un agua con la que los agricultores empiezan a ver futuro en sus cultivos. “Por lo menos asegurar algo de producción, el que tenga almendros, cogerá almendras y tendrá planta para el año siguiente. Lo mismo con las olivas. Habiendo agua hay futuro si no, no”, continúa.
Un 'géiser' de aguas termales
Y precisamente con las miras puestas al futuro, el Ayuntamiento de Pozuelo estudia ya las nuevas posibilidades de uno de sus mayores atractivos turísticos, su 'géiser', un pozo artesiano que mana de la tierra a una temperatura de 28 grados y que está catalogado como Bien de Interés Geológico de Aragón.
Un agua termal descubierta a partir de unos sondeos realizados en torno a los años 80 para buscar agua y en la que se determinó que no era apta para el consumo ni para el riego debido a su alto contenido en hierro.
El año pasado, desde el consistorio, volvieron a hacer unos análisis en los que se analizaron otros parámetros y en los que descubrieron que el agua del “géiser” tenía muchas propiedades medicinales. “Nuestro objetivo es hacer unas pozas para aprovechar los beneficios para la salud que tiene esta agua. Además, nos gustaría que este elemento tan característico de nuestro pueblo se pudiera convertir en un revulsivo turístico”, indica la concejala.
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