Aragón remonta la crisis con 8.500 trabajadores más y 500 empresas menos
El tejido productivo aragonés comienza a superar la crisis económica provocada por la pandemia y por las medidas adoptadas para contenerla con una merma de unidades que se acerca al medio millar al mismo tiempo que la ocupación ha aumentado en algo más de 8.500 personas, dos datos que apuntan al cierre de actividades en sectores como la hostelería y los servicios y a un desplazamiento de empleados de estos hacia otras actividades, a lo que se añade un aumento de la contratación en la administración.
Esa mejora de la ocupación coincide con la de la actividad que reflejan indicadores como la evolución del PIB, que con un aumento interanual del 2,2% en el tercer trimestre del año pasado abre la puerta a que la comunidad haya recuperado la barrera de los 36.000 millones de euros que superó por primera vez en 2018, aunque los analistas coinciden en que el nivel de 2019, el previo a la pandemia, cuando ese índice rebasó los 38.000, no llegarás antes de que termine 2022.
Según los datos del Ministerio de Trabajo, el número de empresas con trabajadores en plantilla inscritas en la Seguridad Social pasó de las 40.974 de enero de 2020, dos meses antes de la declaración oficial de la pandemia, a las 40.476 con las que se cerró el pasado mes de enero, lo que da una caída de 496.
El tejido productivo y comercial aragonés encadena once meses de crecimiento tras haber sumado catorce consecutivos de merma en términos interanuales, y aunque la recuperación de unidades productivas que generan empleo se acerca al millar desde el pinchazo de los meses de marzo y abril de 2020, si cifra continúa situándose otro millar por debajo de los registros alcanzados en los cierres de 2018 y 2019.
Aumenta el empleo en la comunidad
Trabajo no desagrega los datos de cada comunidad en función del tamaño de las plantillas como hace a nivel estatal, ni en cuanto a empresas ni en cuanto a trabajadores, y ofrece los registros de empleo únicamente de manera global.
Estos cifran en 424.196 el número de asalariados que se emplean en esas plantillas, con una media de 10,5 (y tres décimas de aumento en dos ejercicios) que apunta a un tamaño más micro que pyme como el más habitual en las empresas del territorio, con un aumento de 9.648 sobre el dato de enero de 2020 y un registro superior al de cualquier cierre a partir de 2017.
En este capítulo, los datos interanuales positivos comenzaron también en marzo del año pasado, con ‘solo’ doce antes de merma.
El diente de sierra de los autónomos
Las cifras de empleo no son positivas entre el colectivo de los autónomos, en el que en esos dos años se cierran con una pérdida de algo más de un millar de ocupados al pasar de los 101.688 de diciembre de 2019 a los 100.638 del mismo mes de 2021, aunque al mismo tiempo con una recuperación de casi 600 tras el ‘suelo’ de 100.085 del cierre de 2020 que también apunta a una mayor actividad en este flanco del empleo en los últimos meses.
El grueso de las bajas entre los autónomos que trabajan sin sociedades unipersonales se concentran en el ramo de los servicios, con 292, y en la agricultura, con 475, aunque porcentualmente la caída más significativa se produce en la industria, con un retroceso de 182 que supone casi el 7,5% del colectivo, afectado por los ’efectos secundarios’ que la crisis de la cadena global de suministros y el encarecimiento de las materias primas y la energía está teniendo en el sector.
En el caso del trabajo por cuenta propia las mermas se concentran entre los más veteranos, con 532 profesionales que llevaban más de cinco años en su negocio, y entre los más jóvenes, con una caída de 687 entre quienes todavía no han cumplido su primer año como autónomos.
0