La Unión de Guardias Civiles pide ayuda al Gobierno canario para hacer frente a la pesca furtiva
La asociación profesional Unión de Guardias Civiles ha denunciado este martes la presencia de flotas que pescan de forma furtiva de noche en aguas en torno a Canarias con artes ilegales que dañan al medio ambiente de las Islas y ha pedido ayuda al Gobierno del Archipiélago para luchar contra ellas.
Ya que se trata de “prácticas destructivas del palangre de superficie de barcos de diferentes nacionalidades ajenos a la flota canaria que, de forma furtiva, las calan por la noche para recoger al día siguiente”, se afirma en un comunicado difundido este martes por dicha organización.
En él se relata que el último episodio de ese tipo detectado por la Guardia Civil tuvo lugar en la noche del pasado jueves, cuando efectivos del servicio marítimo del instituto armado recuperaron más de 2.000 metros de palangre a la deriva en aguas de los alrededores de Lanzarote.
Algo que es preciso hacer porque la presencia de objetos como ese “provoca grandes desastres en la fauna marina en espacios protegidos como el archipiélago Chinijo situado en Lanzarote, aparte de ser un peligro para la navegación”, se subraya.
Y se destaca, además, que esa labor fue realizada por los guardias civiles “a mano”, algo que prácticamente “resulta imposible” en casos como ese, en el cual, “si bien se han extraído del agua algo mas de 2.000 metros, el resto ha quedado sumergido por desfallecer de cansancio los agentes en dicha labor agotadora y por temor de clavarse un anzuelo de gran calibre al trabajar de noche”.
Frente a esa situación, la Unión de Guardias Civiles solicita al Gobierno de Canarias que costee la adquisición para el servicio marítimo un halador, aparato que permite recoger mecánicamente las referidas artes ilegales, con el argumento de que sería beneficioso para el medio ambiente de las islas.
Pues dichas artes, “una vez se sueltan o rompen, llegan a la deriva a nuestras costas, realizando un desastre a nuestra fauna marina canaria, especies protegidas, y a los motores de las embarcaciones, que recogen en su interior anzuelos grandes y cantidad de cabo suelto”, afirman.