Ya nos lo dijo Peter Pan, no dejemos de soñar

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A menudo, cuando crecemos, solemos adquirir una rutina un poco triste, una rutina que mata poco a poco esa ilusión que nace con nosotros cuando somos críos, una rutina que cambia la palabra soñar por la palabra confort.

Pero ¿por qué?, ¿por qué hemos pasado de querer ser futbolistas, de soñar con ir al espacio siendo astronauta o de irse a dormir con la ilusión de algún día llegar a ser una empresaria de éxito, a ir tirando con el día a día, a vivir en la zona de confort, a frustrar todos esos sueños de pequeños por creer que no son posibles?

La respuesta exacta no la sé, lo que sí tengo claro es que el día a día en la sociedad actual, viviendo acelerados, con prisas por llegar a todos lados, con discusiones por tonterías, absorbidos por las redes sociales, y en un mundo donde nos preocupamos mucho más por los demás, antes de nosotros mismos, ha provocado precisamente eso, olvidarnos de nosotros, de nuestros objetivos, ilusiones, de nuestros sueños.

A lo mejor, hemos normalizado dejar a un lado los momentos a solas con nosotros mismos, priorizando a familiares, amigos y parejas. Momentos como leer un buen libro tumbados en la arena, respirar aire puro conectando con la naturaleza, disfrutar del sonido del mar en paz y muchas otras cosas que nos inspiran, que nos ilusionan, que nos dan alas.

Quizás, y solo quizás, la clave está en que nos hemos descuidado un poquito por dentro, nos hemos vuelto sirvientes de los demás, olvidando esos sueños que siempre tuvimos, fallando a nuestro yo del pasado. Y si no es así, piensa en ti cuando eras pequeño, imagina que ese niño te pregunta si has seguido adelante con esos sueños que tenías en aquel entonces. ¿La respuesta es como te gustaría?

Lo que es bonito, es que la vida nos da una nueva oportunidad cada día, cada año, y ahora, por cierto, comienza un nuevo año. Creo que no hay mejor escenario para ajustar algunas cosas y volvernos a reencontrar con nosotros mismos, volver a ponernos como nuestra prioridad en la vida.

Es momento de quedar con nosotros mismos y llegar a tiempo, de regalarnos cosas que nos gusten, de pasar tiempo con uno mismo, de escribir tus sueños en un papel, de leer, de inspirarse, de formarse, de lanzarte a ese proyecto que te ilusiona, en definitiva, de querernos.

Para este año, te animo a que saques tu mejor versión, a que vayas tras ese proyecto que siempre quisiste, a que te atrevas a dar el paso más importante de tu vida. Te apoyo a que te formes en eso que tanta curiosidad te genera, a que mejores como persona y a que consigas ese físico que quieres, entrenando cada semana, porque los sueños dejan de estar tan lejos cuando das el primer paso.

Me gustaría terminar este escrito, volviendo un poco al pasado y haciendo referencia a una película que dejó huella en muchos de nosotros cuando éramos pequeños, ‘Peter Pan’. Nos decía Peter, “no dejes nunca de soñar. Solo quien sueña aprende a volar”. Y ojalá le hiciéramos un poco de caso al bueno de Peter, porque tenía mucha razón.

Esta vida es muy corta para vivir sin ilusión, nunca dejes de soñar.

Christian Pérez 

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