Las hijas de Ángel Ferrera sugieren que hacía tiempo que el empresario estaba siendo envenenado
Las hijas del empresario Ángel Ferrera, fallecido el pasado lunes y sometido a una autopsia por orden judicial, han pedido a sus allegados vía WhatsApp que divulguen su versión y los motivos que les condujeron a denunciar ante la justicia un presunto envenenamiento de su padre, que sufría un cáncer terminal de pulmón con metástasis. En varios mensajes divulgados masivamente, Silvia, Sonia y Marta Ferrera han sugerido que hace tiempo que el líder empresarial, fundador entre otros colectivos de la Confederación Canaria de Empresarios y durante 40 años presidente de Toyota Canarias, estaba siendo envenenado.
Una vez fallecido en su casa el pasado lunes, las hijas de Ángel Ferrera solicitaron al juez de guardia la realización de una autopsia de los restos de su padre, lo que ha impedido de momento que se hayan podido celebrar los actos propios de su sepelio, particularmente su incineración, según era su voluntad, han insistido amigos íntimos del fallecido. Esa solicitud de autopsia, sostienen sus hijas, “no se hace por las circunstancias de su enfermedad terminal, que son incuestionables, sino por hechos y circunstancias anteriores QUE LLEVAN MESES SIENDO INVESTIGADAS” (las mayúsculas son las utilizadas en el mensaje masivo de WhatsApp). Esa investigación ha sido objeto de la apertura de unas diligencias penales de las que las denunciantes no informan por respeto a la reserva que pesa sobre ellas. De ahí que no concreten qué es lo que se denunció, qué es lo que se está investigando ni si se ha señalado a algún posible autor o autora de los presumibles delitos denunciados.
Esa de las investigaciones previas a la muerte del empresario es una de las dos “cuestiones básicas” que las hijas de Ángel Ferrera divulgaron este viernes a sus familiares y allegados por WhatsApp justo después de que se publicara en Canarias Ahora la noticia de que una autopsia por orden judicial retrasaba su sepelio. “La segunda [cuestión básica] es que el cuerpo se podría haber trasladado desde el martes, una vez realizada la autopsia, pero que HA SIDO SU SEÑORÍA (y no las hijas) EL QUE HA ORDENADO QUE PERMANEZCA hasta que finalicen el informe definitivo dado que la viuda no lo quería enterrar sino incinerar” (las mayúsculas son las utilizadas en el mensaje masivo de WhatsApp).
“La viuda” a la que se refieren las hijas de Ángel Ferrera es María de los Ángeles Tavío, esposa del empresario con la que contrajo matrimonio años después de enviudar de Margarita Alonso, madre de Silvia, Sonia y Marta Ferrera Alonso. El enfrentamiento con ella es patente, público y notorio, como se confirma en la cadena de WhatsApp enviada por estas tres personas y por la ausencia de la viuda en el funeral que ellas organizaron el jueves en la parroquia de Santa Catalina (Salesianos) en el que se echaron también en falta a los amigos más allegados del matrimonio, así como a las primeras autoridades políticas y algunas empresariales.
Ángel Ferrera quería que su cuerpo fuera incinerado y así lo dejó dicho. Su viuda no ha podido cumplir ese deseo porque los restos mortales del empresario se encuentran aún en las cámaras frigoríficas del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria, donde el pasado martes se le practicó la autopsia. Y allí continuarán hasta que concluyan los análisis de los órganos que fueron enviados a Tenerife para análisis toxicológicos (búsqueda de posibles sustancias venenosas), unas pruebas que llevarán aún su tiempo.
A este respecto, las hijas han querido desentenderse de cualquier responsabilidad derivada del retraso en los actos de sepelio, al culpar a “la viuda” de pretender una incineración cuando podía haber optado por un enterramiento convencional previa petición de autorización al juez.
En ninguno de los mensajes enviados a sus contactos, las hermanas Ferrera Alonso han desmentido ni uno solo de los datos aportados por Canarias Ahora en la información sobre la autopsia ordenadas a los restos de su padre. Información que contenía la versión que ellas quisieron ofrecer antes de que se publicara esa pieza periodística.
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