El Ejecutivo aprueba un gasto plurianual de 611.000 euros para financiar el Plan de la Residencia Cantabria
El Gobierno regional ha aprobado este jueves el expediente plurianual de gasto de 611.000 euros para desarrollar el Plan Director que determinará si el edificio de la Residencia Cantabria se puede conservar y rehabilitar o si es necesario derribarlo y construir uno nuevo, con la intención de licitarlo en el mes de marzo.
El Plan incluye tres lotes, que consisten en una primera fase de estudio de las patologías e informe evaluación del edificio, una segunda de estudio de las necesidades de espacios para posibles usos y una tercera en la que se redactará el anteproyecto de rehabilitación o de nueva planta del edificio, en función de las conclusiones de las dos anteriores.
Ese anteproyecto podría estar redactado “en el mejor de los casos” en diciembre de 2024, según ha dicho este jueves el vicepresidente cántabro, Pablo Zuloaga, en la rueda de prensa que ha ofrecido para dar a conocer los acuerdos del Consejo de Gobierno de esta semana.
Como ha anunciado, el Consejo ha dado luz verde a la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte que Zuloaga encabeza para licitar los pliegos del Plan Director de la Residencia que presentó a comienzos del mes de febrero.
Al tratarse de un edificio con estructura metálica, hormigón y amianto, el estudio determinará si se recomienda su conservación o su derribo y estudiará posibles usos, como dependencias la Consejería de Sanidad, formativo, de investigación, etcétera.
Así, preguntado por los periodistas sobre la propuesta que defiende para este edificio el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, de convertirlo en un hotel para familiares de ingresados en Valdecilla, Zulaoga se ha remitido al futuro estudio antes de tomar decisiones, ya que ese Plan Director pondrá “negro sobre blanco sus patologías y los usos que podemos darle”.
Además, ante las afirmaciones de Revilla apostando por derribar el edificio, el vicepresidente ha señalado que la demolición sería un proceso “costoso” por la necesidad de hacer un desmontaje de la estructura.
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