Patrimonio perdido

El pretexto de este texto lo proporciona el acto de celebración del cuarenta aniversario de la Biblioteca de Autores Manchegos, de Ciudad Real. Un proyecto que se inició siendo presidente de la Diputación Javier Martín del Burgo y responsable del Área de Cultura Manuel Juliá. Se pretendía crear un espacio para la edición, investigación y ficción de la diversa y abundante producción intelectual de Ciudad Real. Incorporaban así la experiencia de otras Diputaciones que contaban con instituciones parecidas y funcionaban con grandes resultados. Lo provocativo de la meritoria celebración es que se ha celebrado en Madrid. Para más señas en la Casa del Rector del 'Matadero' de Madrid. Sí, sí, están leyendo bien, un acto tan importante relacionado con la Cultura de Ciudad Real se conmemora en Madrid.

Hablar en Madrid, celebrar en Madrid. La identidad y talentos literarios de las gentes de Ciudad Real podría ser una anécdota, si no fuera por la seriedad del asunto. Será que los dirigentes actuales de la Diputación no tienen claro todavía que la Constitución de 1978 organiza el 'Estado centralista' de la dictadura en 'Estado descentralizado' como estructura básica de la democracia. No entender en su total complejidad esta transformación institucional supone el mantenimiento del antiguo modelo centralizado conviviendo con uno descentralizado.

Es lo mismo que cuando se habla de la unidad de España. ¿A qué unidad se refieren, a la de la dictadura o a la de la democracia? Pueden parecer lo mismo, pero no son iguales. Y tal vez también desconoce que Castilla-la Mancha se constituyó como Comunidad Autónoma sin Madrid, aunque se produjeron arduos debates sobre si Madrid debía formar parte o no de la nueva comunidad que se estaba gestando. Se eligió la fórmula ya conocida, aunque se persiste e incluso se fomenta desde Madrid el modelo centralizado de etapas anteriores.

Dejando al margen estas cuestiones no menores, lo que importa es que la Diputación de Ciudad Real, tal vez confundiendo cultura con turismo y espectáculo, mantiene su voluntad de potenciar ese proyecto de cuarenta años atrás. A ella se uniría otra institución de corte similar, el Instituto de Estudios Albacetenses, apoyado y mantenido por la Diputación de esta provincia.

 En Toledo se creó un Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos (IPIET) en el año 1962, aunque el año varíe, según las fuentes. Nacía para fomentar, defender, divulgar y acrecentar todo género de valores culturales de la provincia. Durante años ayudó a la investigación histórica y patrimonial, a la edición de libros que se convertirían en referentes de consulta. En 'Los Anales Toledanos' encontraban acomodo textos más extensos o las investigaciones primeras sobre diferentes temas del patrimonio histórico y cultural de la provincia. Los libros, dignos y sin grandes alardes editoriales,  recuperaban figuras del pasado que de otra manera hubieran desaparecido de la memoria reciente. En el Instituto tuvo cabida una investigación temprana de María Jesús Losada Gómez sobre 'Alberto Sánchez en su época', incluido en la serie Monografías y editado en 1985. Ese proyecto desapareció en el año 2014, al parecer por cuestiones burocráticas. Y nunca más se supo del Instituto que tan fecunda actividad había desarrollado. Su desaparición significó una pérdida dramática como la de un cuadro del Greco, una escultura de Miguel Ángel  o un edificio de Juan Guas.

En algún momento se barajó la posibilidad de recuperar el IPIET bajo otro formato, pero dependiendo igualmente de la Diputación. En el año 2021 José María San Román y Cutanda reclamaba la creación de un nuevo instituto. Diez años después de su desaparición seguimos como estábamos. Así que, en lugar de villancicos, entonemos un réquiem dolorido por un patrimonio intelectual y cultural  olvidado y perdido en la región.