La salud y la seguridad, un derecho fundamental en el trabajo
El 28 de abril es la fecha que eligió el movimiento sindical para recordar a las compañeras y compañeros que perdieron la salud y la vida en accidentes de trabajo o por enfermedades de origen laboral y para denunciar las precarias condiciones de trabajo que están en el origen de estos daños. Posteriormente la Organización Internacional de Trabajo (OIT) la institucionalizó como Día Internacional para la salud y la seguridad en el trabajo.
La salud y seguridad laboral debería ser cuestión prioritaria de la agenda política de todos los gobiernos, lo que ha llevado al movimiento sindical a exigir que la salud y la seguridad en el trabajo se reconozcan como un derecho fundamental, es la propuesta que llevará la Confederación sindical internacional a tratar en la conferencia de la OIT a celebrar el próximo año.
Y es que en nuestro país, tras 25 años de vigencia de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, los daños a la salud y las muertes en el trabajo siguen estando presentes día a día, lo que pone de manifiesto que la seguridad y salud en el trabajo queda relegada a un segundo plano en las empresas y administraciones públicas. En la Comunitat Valenciana, y aún con el acusado descenso de la actividad económica provocado por la pandemia por a COVID-19, el pasado año, murieron 73 personas trabajadoras por accidente de trabajo.
Por su parte, las enfermedades profesionales, siguen permaneciendo ocultas, lo que imposibilita la prevención de múltiples patologías, como son los cánceres de origen laboral, a pesar de la instauración del Sistema Valenciano de Información Sanitaria y Vigilancia Epidemiológica Laboral (SISVEL).
Por ello este 2021, debe ser el año que marque el reconocimiento del cáncer de origen laboral como enfermedad profesional. Y desde UGT continuaremos presionando para que se modifique la Directiva Europea sobre protección frente a la exposición a cancerígenos y mutágenos, garantizando la máxima protección de la salud de las personas trabajadoras. Por otra parte cabe destacar, una reivindicación formulada desde hace décadas por los sindicatos y las asociaciones de víctimas, como era la creación de un fondo de compensación para las víctimas del amianto, que ha comenzado su tramitación en el Congreso de los Diputados como proposición de Ley este mismo mes de abril.
Y seguimos reivindicando y así, recientemente se ha asimilado la COVID-19 a enfermedad profesional en el caso de personas trabajadoras sanitarias y socio sanitarias en lugar de su consideración como accidente laboral, medida que aplaudimos, pero que consideramos insuficiente, y exigimos que la COVID-19 se incluya en el cuadro de enfermedades profesionales, extendiendo esta cobertura sin limitación temporal a un mayor número de profesiones expuestos al riesgo.
Así, entendemos que la falta de cultura preventiva entre el tejido empresarial, unida a la inestabilidad laboral y a las condiciones precarias del empleo, con una enorme temporalidad y parcialidad en la contratación, generadas por las reformas laborales, son las causas del repunte existente en la siniestralidad laboral desde el año 2013, por lo que su derogación es imprescindible para establecer un modelo de relaciones laborales que genere empleos de calidad, con salarios dignos para garantizar la protección de la seguridad y salud en el trabajo.
Es evidente que aún queda mucho por hacer, como frenar el alto grado de incumplimiento de la normativa existente intensificando los mecanismos de asesoramiento y control, y dotando de más efectivos tanto a la inspección de trabajo como al INVASSAT.
Por ello desde UGT-PV estaremos vigilantes al cumplimiento de los acuerdos del diálogo social, del documento “ALCEMNOS” suscrito el pasado mes de julio por los agentes sociales y económicos con el Gobierno del Botánico, y seguiremos proponiendo, negociando y llevando nuestra acción sindical a empresas y administraciones públicas a través de nuestras delegadas y delegados de prevención.
Son muchas las voces que han insistido en que tras la pandemia se configurará una realidad diferente. Desde UGT-PV trabajamos para que en esa nueva realidad, el trabajo sea digno y con derechos, una realidad donde nadie deba tener que elegir entre trabajo y salud.
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