Piedra blanca limpiadora: cinco cosas de casa para las que resulta muy efectiva

A la hora de llevar a cabo las tareas de limpieza del hogar, los productos básicos como el vinagre blanco de limpieza o el bicarbonato de sodio se erigen siempre como una opción viable y segura para obtener buenos resultados. Sin embargo, dependiendo de las zonas de la casa que haya que tratar, otros productos pueden resultar más efectivos por las características específicas con las que cuentan.

Así, la piedra blanca limpiadora, también conocida como piedra de arcilla, es un útil de limpieza natural de lo más eficaz para superficies como acero inoxidable o cristales, volviéndola una opción idónea para eliminar cualquier mancha de electrodomésticos o mamparas, entre otros.

Esto es debido a sus propiedades -principalmente al carbonato de calcio de la arcilla blanca que la compone-, las cuales actúan como un agente abrasivo suave. De esta manera, el producto sirve como un pulimento superficial al mezclarse con otros productos de limpieza, eliminando la suciedad incrustada, y dejando las zonas limpias y brillantes.

Qué es la piedra blanca de limpieza

La piedra blanca limpiadora es originaria de Francia, y es una gran opción de limpieza, ya que además está compuesta en su totalidad por una mezcla de ingredientes naturales. Es posible obtener el producto en diferentes formatos, como en pastilla, en crema dura, en crema líquida o en polvo. De esta manera, el producto está hecho de los siguientes componentes:

Cinco partes del hogar donde la piedra blanca limpiadora resulta muy efectiva

La piedra blanca limpiadora es un remedio natural efectivo para gran número de partes alrededor de toda la casa, aunque no es recomendable aplicarla indistintamente en cualquier zona dañada. Por ello, antes de comenzar su uso es necesario conocer en qué zonas es más eficaz el producto.

Una de las superficies principales donde la piedra blanca limpiadora resultará de gran utilidad es en los componentes de acero inoxidable del hogar, como electrodomésticos, fregadero o campana extractora. Esto es así ya que estas zonas suelen ser propicias a acumular manchas de agua, huellas de dedos y grasa con facilidad, pese a ello, el producto tiene una abrasividad muy suave que permite limpiar todos los desperfectos sin rayar ninguna superficie.

Para aplicarlo, humedece una esponja y frota sobre la piedra si esta es en forma de pastilla o crema. Tras ello, aplícala sobre el acero inoxidable con movimientos circulares y sin apretar en exceso. Finaliza retirando el exceso con un paño seco de microfibra que además aportara a la superficie un acabado brillante.

Respecto a la piedra blanca limpiadora en polvo, existen dos opciones para aplicarla de manera efectiva. Una de ellas consiste en mezclar el compuesto con agua hasta formar una pasta consistente antes de aplicarlo. No obstante, también es posible espolvorear una pequeña cantidad del producto directamente en la esponja humedecida antes de comenzar a frotar sobre la superficie sucia.

Por otro lado, la piedra blanca de limpieza es un producto ideal para eliminar las manchas de cal u otros tipos de suciedad de cristales y espejos, principalmente en los baños del hogar. Para ello, aplica de la misma manera que durante la limpieza de superficies de acero inoxidable, con movimientos circulares y sin aplicar excesiva fuerza.

De esta manera, zonas como las ventanas, los espejos o las puertas de la ducha pueden ser limpiadas utilizando el producto. Aun así, aunque sea mínimo, para evitar el riesgo de rayones, es posible aplicar el compuesto con un paño de microfibra húmedo en vez de con una esponja, lo que reducirá el riesgo por completo.

Por otro lado, tanto en cocinas como en baños, los azulejos son uno de los mayores quebraderos de cabeza a la hora de llevar a cabo una limpieza, ya que son superficies en continuo contacto con residuos y con mayor facilidad a acumular suciedad o grasa, entre otros.

La piedra blanca no solo permite limpiar las zonas, sino desinfectarlas sin dañar al esmalte de los azulejos ni a las juntas entre cada uno de ellos. Pese a ello, recuerda aplicar el producto de manera circular, frotar con suavidad y retirar siempre el sobrante con un paño de microfibra seco, que contribuirá a que la superficie quede reluciente una vez acabado.