La consejera de Sanidad de Castilla y León, preocupada por 832 casos nuevos en Atención Primaria tras 9 días de la salida de niños
Los datos no son buenos. La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, ha informado este martes de 340 nuevos casos confirmados de COVID-19, una cifra superior a la del lunes, pero además ha mostrado su preocupación por la declaración 832 casos nuevos en el sistema Medora, de Atención Primaria, casos sin test pero que se incluyen por la coincidencia de síntomas de coronavirus. Casado ha resaltado la declaración de estos casos nueve días después de que los niños empezasen a salir a las calles, si bien confía en que ese repunte esté relacionado con una acumulación tras tres días de puente. En cualquier caso, ha advertido del riesgo de volver a una reescalada “drástica” de continuar así.
“La distancia social es vital, 832 casos de ayer a hoy son muchos casos, han subido de manera importante de ayer a hoy y esto nos preocupa mucho”, ha lamentado la consejera. “Espero que esto sea puntual”, ha dicho. Casado ha pedido, de nuevo, que se mantengan las distancias en las salidas, que se extreme la higiene de manos y que se respeten los horarios marcados para salir a pasear. En el Día Mundial del Lavado de Manos ha asegurado que es una medida que si se hace correctamente “salva vidas” y que es “vital” en una situación de pandemia.
El criterio de las camas hospitalarias, “mal explicado”
En este momento las camas de los hospitales de Castilla y León tienen una ocupación del 41 por ciento y del 43 por ciento en el caso de las UCIs extendidas. La consejera de Sanidad ha aclarado además la polémica surgida este lunes, cuando el vicepresidente, Francisco Igea, aseguró que el Ministerio de Sanidad exigía a Castilla y León 2.000 camas hospitalarias más de las que tiene, un requisito que solo podrían cumplir Cataluña o Aragón para pasar de la Fase 0 a la 1 en la desescalada. Durante el consejo interterritorial en la tarde del lunes se aclaró esta condición: El Ministerio impone una ratio de entre 35 y 40 camas por cada 10.000 habitantes, pero son incluibles las de hospitales privados, residencias de todo tipo y centros previstos como 'arcas de Noé'. De esta manera tanto Castilla y León como otras comunidades que mostraron su preocupación, cumplen holgadamente. Casado ha precisado que la Junta no interpretó mal la exigencia de Sanidad, sino que esta estaba mal explicada en el documento que recibieron los Gobiernos autonómicos.
Por otro lado, ha incido en la importancia de afrontar la desescalada por áreas de salud y no por provincias, una petición que hace Castilla y León y a la que se han unido Asturias y Navarra y que considera que el Ministerio acabará aceptando. También se ha referido Casado a la importancia de planificar y reforzar la Atención Primaria, básica para el plan de desescalada.
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