Un pacto con PP y Vox aúpa a Ciudadanos a la presidencia de la Asamblea de Madrid
Ciudadanos se hace con la presidencia de la Asamblea de Madrid con el apoyo de PP y Vox. El respaldo de los dos partidos han permitido sumar la mayoría absoluta para que Juan Trinidad, el candidato naranja, sea elegido presidente de la institución con 68 votos.
A cambio del respaldo, la formación de Albert Rivera ha llegado a un acuerdo a tres bandas con PP y Vox (sin sentarse en la misma mesa), para permitir entrar a la extrema derecha en la Vicepresidencia Tercera de la institución sin tener que votarles en la urna. “Ningún voto de Ciudadanos ha ido a parar a Vox”, ha dicho el candidato y portavoz, Ignacio Aguado. Fuentes de Ciudadanos abundan en que los diputados naranjas solo han votado a sus candidatos y “a los pactados con el PP”.
El trueque de papeletas acordado entre las partes está basado en lo siguiente: el PP ha votado a Vox en lugar de a su propia candidata para la Vicepresidencia Primera, Paloma Adrados, y esos votos de menos los ha compensado Ciudadanos. Con este intercambio, José Ignacio Arias Moreno (Vox) ha logrado los apoyos suficientes para ocupar una silla en la Mesa. En todo caso, digan lo que digan las partes, resulta imposible saber nominalmente qué diputados han apoyado a quién porque el voto es secreto.
El resultado de las votaciones deja un reparto de poder más asimétrico que nunca en la Mesa de la Asamblea. El bloque de derechas copa el órgano con cinco de los siete puestos: la Presidencia (Ciudadanos), la Vicepresidencia Primera (PP), la Vicepresidencia Tercera (Vox) y la Secretaría Tercera (Ciudadanos).
Los dos sillones restantes, la Vicepresidencia Segunda y la Secretaría Segunda, la ocupará el PSOE. Los 37 escaños del PSOE habrían sido suficientes para hacerse con la Vicepresidencia Primera, pero tres diputados socialistas han respaldado a Clama Ramas, de Más Madrid. Igualmente, Más Madrid y Unidas Podemos se quedan fuera del órgano pese a que los primeros tienen más diputados que Vox.
La formación de extrema derecha, además, tiene las mismas sillas que el PP, pese a que los conservadores les doblan en escaños. El grupo que indiscutiblemente ha salido ganando esta vez con el acuerdo es Ciudadanos, que tiene la presidencia y además otro puesto siendo el tercer partido más votado.
El Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid establece, en el artículo 12.2 C, que “la composición y funciones de la Mesa, las Comisiones y la Diputación Permanente, de manera que los Grupos Parlamentarios participen en estos órganos en proporción al número de sus miembros”.
Un mandato que no se habría cumplido y que ha levantado las críticas de Errejón, que a través de Twitter ha anunciado que llevará esta composición de la mesa al Tribunal Constitucional. El candidato de Más Madrid ha hablado de “estafa democrática” que “atenta contra el Estatuto de Autonomía”. “Estamos convencidos de que el Constitucional nos dará la razón”, ha asegurado Errejón. Algo similar ocurrió en el Parlamento Andaluz donde Adelante Andalucía se quedó fuera de la mesa. En base a la jurisprudencia del Constitucional, la presidencia de la cámara acabó otorgando una vocalía a la coalición de Podemos e IU con voz pero sin voto.
La candidata socialista para la presidencia del Parlamento, Pilar Llop, ha reunido 64 votos procedentes del PSOE, de Más Madrid y de Unidas Podemos. Los partidos liderados por Iñigo Errejon e Isabel Serra ya anunciaron que apoyarían a Llop, aunque la suma de fuerzas no ha sido suficiente para desbancar a Trinidad, aupado tras el pacto del bloque de derechas.
El acuerdo, que el PP daba por hecho desde primera hora de la mañana, se ha sellado con una reunión in extremis entre los candidatos de Ciudadanos y Vox, Ignacio Aguado y Rocío Monasterio, apenas dos horas antes de la sesión de constitución de la Asamblea. Vox exigía un nuevo encuentro para que la formación naranja le pidiera “formalmente” el apoyo para hacer a Trinidad presidente.
Isabel Díaz Ayuso (PP) anticipaba a su entrada a la Asamblea que no habría “sorpresas” y calificaba el pacto como un “acuerdo global” que también se ha reproducido en el Parlamento Regional de Murcia.