El fin de legislatura se complica para el sucesor de Cifuentes con los presupuestos bloqueados y sin socios ni garantías de ser candidato

El final de la legislatura se pone cuesta arriba para el presidente de la Comunidad de Madrid. Ángel Garrido gestiona el mayor feudo conservador de España, el que tiene entre manos más presupuesto, y se va a enfrentar en los próximos meses a un escenario que se le complica: las exigencias de Ciudadanos amenazan con dejar a la región sin presupuestos. El Gobierno intuye la que se avecina y ya empieza a advertir que la proximidad de la cita electoral de mayo no debe “bloquear lo que queda de legislatura”.

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Rollán, lo verbalizó con estas palabras en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del martes, en la que pidió a los partidos que los intereses en las urnas no interfieran en la “actividad parlamentaria” de la Asamblea de Madrid. Pero ya todos están metidos en la precampaña, por más que en algunos partidos ni siquiera se conozcan los candidatos. Y ese es el otro talón de Aquiles del presidente del Gobierno: debe seguir gestionando con la incertidumbre de si su partido, el PP, le avalará como candidato en mayo.

El nuevo PP de Pablo Casado no ha ofrecido ninguna certeza de que Garrido vaya a sucederse a sí mismo. En la Puerta del Sol admiten que “cuanto antes, mejor”, pero el entorno de Casado ya ha advertido que hasta finales de octubre no pondrá un nombre sobre la mesa. Antes hay que encajar todos los bolillos, lo que incluye zanjar las cuentas en los municipios madrileños y colocar a un candidato o candidata para la capital. Para eso, el PP de Pablo Casado va a hacer macroencuestas entre los suyos para ver cómo respiran, “algo habitual en todos los partidos”, justifican desde su sede nacional en la calle Génova.

En Madrid se preguntará por el nivel de conocimiento y valoración de Ángel Garrido, José Luis Martínez-Almeida (portavoz del PP en el Ayuntamiento), Manuel Pizarro (abogado del Estado, expresidente de Endesa y una persona muy cercana a Casado) y Antonio González-Terol (alcalde de Boadilla del Monte y diputado en el Congreso, también de la máxima confianza del presidente del PP), según El Mundo. 

La posición de Garrido en las quinielas internas no es la mejor: el presidente dio su respaldo en las primarias del partido a María Dolores de Cospedal y después sugirió su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría en segunda vuelta, algo que para algunos en el partido puede penalizar al presidente regional. Su equipo en el Gobierno regional, sin embargo, asegura que Pablo Casado ha dejado claro “que no pretende mirar quién votó a quién” para tomar esta decisión y se esfuerzan en mostrar que la “legislatura no está agotada” para rebatir el discurso al que se aferra la oposición, especialmente Ciudadanos, en un nuevo distanciamiento con el Ejecutivo popular. 

Este último desmarque ha surgido a cuenta de los presupuestos regionales, un hito que año a año ha generado tensiones entre PP y Ciudadanos. Cuando eran socios y más ahora que ya no lo son. El partido liderado por Ignacio Aguado en Madrid ha planteado como condición indispensable para poner sus 17 diputados a disposición de la aprobación de las cuentas que las escuelas infantiles públicas sean gratuitas. Una medida que ya ha sido rechazada por el Gobierno porque, según las palabras del presidente, ponerla en marcha supondría un coste de 350 millones de euros que solo pueden afrontarse con una subida de impuestos. Aunque Ciudadanos ha pedido este martes que “rectifiquen”, el 'no' de Garrido parece tajante.

El Ejecutivo de Cifuentes redujo en parte el tasazo que impuso la expresidenta Esperanza Aguirre en esta etapa escolar y que provocó que las guarderías públicas fueran más caras que las privadas con la introducción de un cheque escolar para las familias que optaran por estas últimas.

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Rollán, ha recordado este martes que esta medida “no estaba en el programa electoral” de Ciudadanos y ha deslizado que es una baza de última hora de la que no se habló en ningún contacto previo entre los grupos políticos. A esta exigencia se han sumado este miércoles otras dos del partido de Albert Rivera: 2.000 plazas más en residencias de mayores sostenidas con fondos públicos y una tarifa cero para autónomos que contraten a su primer trabajador, de manera que el primer año se les bonifique.

En la región solo 25 de las 500 residencias de mayores son públicas al 100%. La mayor parte de las plazas son concertadas con empresas privadas. La propuesta de Ciudadanos pasa por ampliar esta forma de gestión porque de momento no hay más infraestructura pública construida. El coste de crear 2.000 plazas nuevas, ha calculado el partido, alcanza los 44 millones de euros. La idea de Ciudadanos es que se desarrolle un plan trianual para acabar con la lista de espera de 6.000 personas, según la formación naranja. Por otra parte, el coste de la propuesta de autónomos dependerá del número de profesionales que se acojan a la medida. “Habrá que sentarse y plantear distintos escenarios y valorar cuál es la estimación adecuada y en función de qué porcentaje nos ponemos a funcionar”, ha expuesto Aguado. 

Qué pasaría si se prorrogan los presupuestos

Fuentes cercanas al presidente aseguran que la disposición de negociación del Gobierno es “total y sin condiciones”, aunque su equipo ya empieza a aceptar como un escenario posible que los presupuestos tengan que prorrogarse por falta de apoyos para sacarlos adelante y restan importancia a este hecho.

Si bien es cierto que el Gobierno de la Comunidad de Madrid puede funcionar con una prórroga, esta circunstancia privaría al Ejecutivo de hacer inversiones ya prometidas y que iban a consignarse en las cuentas de 2019, como algunas reformas en hospitales públicos como el 12 de octubre. 

En Sol insisten, pese a las circunstancias, en que “queda legislatura por delante” y que así se plasmará en los anuncios previstos para el Debate del Estado de la Región que se celebra el próximo jueves y viernes en la Asamblea de Madrid. “Nosotros mantenemos nuestra hoja de ruta. Cumplimos el programa electoral”, ha apuntado Rollán, que califica la relación con Ciudadanos como “cordial”.

Aún quedan por aprobar normas cruciales en la legislatura como la del suelo y otras banderas de los 'populares' como una ley de víctimas del terrorismo, además de otras iniciativas que, para salir adelante, tendrán que contar necesariamente con el respaldo de algún grupo de la cámara regional.

El más cercano y cómplice al menos hasta la caída de Cifuentes, Ciudadanos, está poco por la labor de permitir al Gobierno completar holgadamente y con logros la legislatura. El líder del partido naranja en Madrid insiste en dibujar a Garrido como un “presidente interino” que está de paso y cuya única misión es no generar más problemas. Pero solo Pablo Casado y su núcleo cercano en la dirección nacional tendrán la última palabra sobre si Garrido ha llegado para quedarse.