La Casa de Cultura de Chamberí entrega las llaves al Ayuntamiento de Madrid: “Dejamos la Casa, pero no la asociación”

El local del número 39 de la calle Bravo Murillo ya no volverá a albergar ninguna actividad de la Casa de Cultura de Chamberí. En una mañana fría y lluviosa de abril, sus responsables han decidido poner fin a la pelea legal por el mantenimiento de la cesión municipal y entregar las llaves del local en la Junta de Distrito, según ha podido conocer Somos Chamberí.

La decisión se tomó durante una larga asamblea el pasado domingo, informan a este periódico fuentes de la Casa de Cultura, después de valorar si merecía la pena seguir dentro del espacio o intentar llevar su proyecto a otro nivel. Ahora están centrados en conseguir que las muchas actividades y proyectos que se acogían en este espacio de la Mancomunidad de San Cristóbal se puedan seguir desarrollando en otros lugares. “Cuando nos echan de una crisálida nos tornamos mariposa”, han publicado en un mensaje difundido en sus redes sociales.

La necesidad más urgente es encontrar una sede estable para la Despensa Solidaria de Chamberí, que da de comer a decenas de familias del barrio cada dos semanas y que temporalmente se va a alojar en el local de Ctxt, la revista con sede en la calle Juan de Austria. Su futuro sigue pendiente de un hilo: el Ayuntamiento no les ha facilitado otro espacio en el que desarrollar su labor, pese a las cerca de 20.000 personas que firmaron para evitar su desalojo.

Los cesionarios no renuncian a su derecho al recurso, después de que los juzgados les denegaran las medidas cautelares que les permitieran seguir en la Casa hasta que se pronunciaran sobre el caso. Su intención es la de seguir adelante con la vía judicial para conseguir la renovar la cesión en los tribunales, que había sido negada por el Ayuntamiento de Madrid sin entrar a valorar sus logros.

La primera entrega de llaves de la Casa de Cultura de Chamberí se debía haber producido el pasado 24 de marzo, fecha en la que finalizaban los 4 años de cesión, pero sus responsables decidieron pelear por la renovación a la que tenían derecho en los juzgados, después de una importante manifestación de apoyo en la que parte del barrio y otros colectivos sociales salieron en su defensa y en la del resto de espacios vecinales amenazados en la ciudad. 

La Casa de Cultura defiende su “labor social” durante el periodo de cesión y su atención en los últimos meses a personas en riesgo de exclusión social. Sus portavoces creen que es “inentendible” que en este contexto de “emergencia sanitaria” el gobierno de Almeida no valore sus aportaciones y hayan apostado por el desalojo. También pidió al concejal de Chamberí, Javier Ramírez (PP) que “escuchara al barrio”, pero este se mantuvo inflexible.

Un Centro de Inteligencia Artificial en su lugar

El Ayuntamiento de Madrid estudia abrir en el local municipal que deja la Casa de Cultura un espacio dedicado a las nuevas tecnologías. Será un “Centro de Innovación e Inteligencia Artificial”, según consta en las alegaciones presentadas en los tribunales durante su recurso judicial.

El equipo de Martínez-Almeida planea instalar en este local de 318,5 metros cuadrados “actividades de divulgación y formativas en el manejo de las nuevas tecnologías y en especial, en el ámbito de la Inteligencia Artificial y su impacto sobre la sociedad”, explica en su escrito de alegaciones al que tuvo acceso hace unos días el periódico Somos Chamberí. Las actividades estarían destinadas fundamentalmente a “población joven”, para lo que se “fomentará la colaboración con los colegios públicos, concertados y privados”.

 “No nos creemos que tengan ningún plan avanzado al respecto, más bien pensamos que va a pasar como con tantos otros espacios, que lo mantendrán vacío hasta que rellenen ese titular con alguna improvisación”, denunciaron hace unos días desde la Casa de Cultura.

Somos Chamberí ha preguntado por los detalles de este centro de innovación al Ayuntamiento, pero de momento sus responsables no dan más detalles: “Es un proyecto que está pendiente de desarrollo una vez se disponga del espacio necesario”, se limitan a decir fuentes municipales.