Ocho meses de silencio en torno al desalojado Solar de Grilo
Con la llegada del mes de julio era tradicional que el colectivo ciudadano que autogestionaba desde 2010 el solar municipal del número 8 de la calle de Antonio Grilo anunciara la programación gratuita del cine de verano que programaba durante todo el estío en dicho espacio. Cada jueves, a la fresca y con la llegada de la noche, junto al huerto urbano del solar había película, coloquio y encuentro vecinal. Así fue durante ocho años.
Este julio será el primero en mucho tiempo que los habitantes de Malasaña-Universidad no tendrán esta opción de ocio cultural al alcance de su mano: el Ayuntamiento desalojó el solar a principios del pasado mes de diciembre.
El consistorio tenía prisa por entregar Grilo 8 a la Comunidad de Madrid para que ésta construya en el terreno el nuevo centro de salud que dé servicio a la zona y ese acuerdo sólo podía cerrarse si la cesión llegaba con el solar libre de ocupantes, según lo pactado entre ambos gobiernos.
Quienes habían estado llenando de vida y actividades el abandonado solar de Grilo durante una década solicitaron a ambas administraciones poder seguir dándole uso hasta el inicio de las obras del futuro ambulatorio, pero su reiterada petición cayó en saco roto.
Desde que el 7 de diciembre de 2020 el Ayuntamiento de Madrid recuperó el terreno de Grilo, y si excluimos el día que permitieron la entrada en él de vecinos para retirar plantas y utensilios que habían quedado dentro, sólo una vez se ha visto a algún técnico u operario en este espacio, según vecinos del solar.
Así pues, son ocho los meses que lleva en barbecho este espacio, que las autoridades madrileñas prefieren mantener cerrado antes que permitir que siga teniendo un uso vecinal hasta la llegada del momento en el que su desalojo sea verdaderamente necesario; un momento hoy por hoy sin fecha anunciada porque de las esperadas obras nada se sabe.
Según el área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, “la cesión del número 8 de la calle Antonio Grilo ya se ha realizado y formalizado. La parcela ya es de la Comunidad de Madrid en derecho de superficie”. Es toda la información oficial que se ha ofrecido a este periódico sobre el solar de Grilo, toda vez que no hemos logrado una respuesta al respecto desde el gobierno regional, en cuyo tejado se encuentra esta importante pelota.
Hace un año, el 2 de julio, se inauguraba en el solar de Grilo el cine de verano de 2020 con la proyección del documental Tí@s. Yo tengo un tío así, con el que este espacio participaba en las actividades de celebración del Orgullo Crítico. Una semana más tarde, el turno era para un clásico del cine español: Las bicicletas son para el verano.
Este año la pantalla de Grilo proyecta un The End continuo y del solar sólo se va a poder disfrutar en Malasaña asomándose a su reja: las abundantes lluvias han hecho posible que el verde sea el color que predomine en el terreno y sigue siendo un espacio tan bonito de ver como anómalo dentro de un entorno totalmente asfaltado; en el abandonado huerto un manzano está a reventar de frutos.
Alrededor del número 8 de Antonio Grilo todo es silencio en 2021.
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