Vecinos de Tetuán piden que se instalen ascensores aprovechando el corte de la Línea 1 de metro en 2024

El distrito de Tetuán discurre articulado por la calle Bravo Murillo, bajo cuyo pavimento, la red de metro cose (junto con los autobuses) un territorio donde sucede la vida del distrito más densamente poblado de la ciudad. Por ello, cuando el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó un anuncio sobre el próximo contrato de renovación integral de la Línea 1, entre las estaciones de Sol y Chamartín, (publicado por El Plural) saltaron todas las alarmas entre el vecindario.

El plazo de las obras será similar a las acometidas en la parte sur de la línea, entre Sol y Valdecarros: 10 meses, de los cuales una parte necesitarán del cierre completo del servicio y otra, aún por determinar, será de trabajos nocturnos.

Pero, además de las alarmas, también se encendieron bombillas en las cabezas de los miembros de la Asociación Vecinal Cuatro Caminos Tetuán. ¿No sería un buen momento para solucionar una vieja deuda con los vecinos de Bravo Murillo? La accesibilidad universal de las estaciones que anudan los distintos barrios del distrito:  Valdeacederas, Tetuán, Estrecho y Alvarado.

En 2016, la Línea 1 ya cerró durante cuatro meses para renovar los túneles y la catenaria. Los vecinos se manifestaron para pedir que se acometiera la obra en varias fases a fin de no dejar rota la comunicación interna dentro del distrito y su salida hacia afuera. Ya entonces sobrevoló sin éxito la idea de que el parón podría abrir una ventana de oportunidad para actuar sobre la accesibilidad de algunas de las estaciones del eje de Bravo Murillo.

Pero, como en los anteriores planes de accesibilidad, en el elaborado por Metro de Madrid para los años 2021-2028 no se contempla hacer accesibles estas estaciones y, hasta donde ha podido averiguar este medio, tampoco está ahora sobre el tapete.

La prioridad establecida por el Plan son las estaciones que son cabecera, final de línea o que tienen trasbordo con otras líneas.  Sin embargo, el Plan tiene el objetivo de hacer accesibles el 82% de las estaciones en 2028 (103 ascensores en 27 estaciones), incluyendo estaciones que escapan a estas premisas, tal y como se puede leer en el documento.

“No ha sido el único criterio tenido en cuenta”, explica el texto antes de enumerar otras razones a considerar, como el número de salidas de la estación, la demanda de colectivos de usuarios o la cercanía de centros hospitalarios, entre otras razones. “Otras estaciones del entorno que tampoco cumplen las premisas básicas tienen ascensores o los van a tener, como las de Francos Rodríguez, Santiago Bernabéu o Ventilla (cuya accesibilidad era también una petición vecinal)”, explican desde la asociación.

Los problemas habituales que condicionan la instalación de ascensores en las estaciones son que haya espacio para los pozos (cuando no es así, normalmente en las estaciones más antiguas, hace falta acometer obras de adecuación de la estación); la cercanía de sótanos, cimentaciones, estructuras subterráneas, etc. ; la necesaria compatibilidad con las redes de abastecimiento de agua, telefonía, gas, líneas eléctricas o red de saneamiento, o la presencia de aguas subterráneas o yacimientos arqueológicos, entre otros asuntos que pueden dificultar la obra y hacerla más costosa.

Desde la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán se quejan del mutismo habitual de las administraciones involucradas, la Consejería de Transporte de la Comunidad de Madrid y la Junta de Tetuán. De los primeros, depende la obra del suburbano, de los segundos, facilitar las condiciones.

 “Creemos que de haberse aprobado el Plan de ampliación de aceras de Bravo Murillo, rechazado durante la pasada legislatura, se hubieran facilitado mucho las instalaciones”, dicen desde la vecinal. En todo caso, reclaman que las instituciones expliquen si van a contemplar aprovechar el parón para solucionar esta deuda histórica y, en todo caso, que especifiquen cuáles son los impedimentos concretos para llevarlo a cabo, si los hubiera, y sus posibles soluciones.

Los mercados, el centro de especialidades, algunos de los centros culturales, instancias administrativas, centros escolares, plazas, el grueso del comercio…La vida en Tetuán gravita entorno a la segunda calle con más peatones de España pero, en este caso, se cumple la máxima bíblica de que “los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos”. La Línea 1 de metro es la más antigua de la red y algunas de sus estaciones más veteranas siguen sin ser accesibles en 2023. Los vecinos creen que las obras podrías ser una oportunidad para solucionarlo.