Caen ramas de gran tonelaje de un ficus en el Cuartel de Artillería
En la madrugada del martes 13 de junio cayeron cuatro ramas de uno de los ficus que hay en el Cuartel de Artilleria de unos 1.000 kilos de madera. El hecho tuvo lugar sin que hubiera viento, ni fisuras previas o diagnóstico por parte de parques y jardines. No hubo daños personales, pero sí arañazos en coches, rotura de farolas, mobiliario urbano y deterioro de la acera y jardín. Hace unos años una rama, de menor peso que las que cayeron el martes, mató a un hombre en Santo Domingo.
En el Cuartel y en esa zona del jardín juegan un centenar de niños todas las tardes, es una zona de paso muy transitada.Por otra parte, la zona peatonal es a menudo invadida por coches poniendo en peligro a los niños que allí juegan.
“Los vecinos del barrio del Carmen pedimos al Ayuntamiento más recursos en los jardines del barrio que son de los más antiguos y tienen árboles de gran envergadura y necesitan ser mantenidos en condiciones para garantizar la seguridad de los viandantes”, dijo Clara Saenz de Tejada, vecina del barrio y portavoz de la plataforma de apoyo al Cuartel de Artillería.
“El Cuartel está en una especie de limbo del que nadie se hace cargo, ni Cultura, ni Patrimonio, ni Fomento”, añade Clara. Hace un año y medio se anunció una inversión en los pabellones para arreglarlos, pero no se ha cumplido.
De las ventanas del Pabellón 1 a veces se caen trozos cuando se celebran un concierto. En el pabellón 2 se venían realizando actividades culturales y talleres desde 2013, pero en los últimos meses permanece semiabierto con muestras de desinterés por parte de la Concejalía de Cultura.
“Desde el Puertas de Castilla, que es desde dónde se coordina el Pabellón, nos dicen que el 30 de junio se cierra y no se sabe la fecha de reapertura. Ya se hizo un intento de cierre en 2015 y la plataforma de apoyo al cuartel se movilizó y finalmente solo se cerró el Pabellón 1, mientras que se dejó el Pabellón 2 para las actividades”, dice Clara.
“Desde el Ayuntamiento se están cediendo de forma periódica a promotoras privadas el uso de la plaza central del cuartel para la celebración de conciertos de gran formato causando desperfectos en el entorno, suciedad, ruidos, deterioro, mientras que se impide acceder de forma normal al Conservatorio, al Acuario, al Museo de la UMU y la guardería”, dice Clara.
De esta forma, “se generan daños en los peces del acuario, problemas para el funcionamiento normal de las clases en el Conservatorio. El Cuartel no es una sala de conciertos. Entendemos que por motivo de las fiestas del barrio, de las de Primavera o septiembre puedan hacerse actos y conciertos, pero desde abril hasta octubre casi todas las semanas hay algún concierto allí”, añadió la portavoz y vecina del barrio.