Erne anuncia un “preacuerdo” en la Ertzaintza mientras los otros sindicatos siguen críticos
Han pasado apenas tres semanas. En ese tiempo, el principal sindicato de la Ertzaintza, Erne, ha pasado de impulsar una huelga encubierta en la Brigada Móvil antidisturbios y de convocar concentraciones en el Parlamento para solicitar la dimisión de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, tras la cual se anunció una sanción en aplicación de la denominada 'ley mordaza', a anunciar un “preacuerdo” con el equipo de Gobierno en la mesa de negociación abierta con todas las centrales (en reuniones individuales) para la modernización de esa unidad a la luz de los enésimos incidentes en San Mamés, en el marco de los cuales falleció el agente Inocencio Alonso. “Ya hicimos la guerra, ahora haremos la paz”, ha explicado a este periódico gráficamente el secretario general de la organización, Roberto Seijo, que el pasado mes de diciembre venció en las elecciones internas con casi un 40% de los votos.
Lo que ha desbloqueado la vía del diálogo ha sido la aceptación por parte de Seguridad, según Seijo, de dos cuestiones ajenas a los siete puntos sobre la mesa para la reforma de la unidad antidisturbios. Erne ha logrado un compromiso en materia de segunda actividad y movilidad geográfica, una vieja reclamación de que “no se desvista una comisaría para vestir otra”. En cuanto a la negociación propiamente dicha sobre Brigada Móvil, fuentes del sindicato indican que hay base para consensuar “cinco de los siete puntos”.
El principal escollo sigue siendo el cambio horario en la unidad. Actualmente, la Brigada Móvil se divide entre los tradicionales 'beltzak' y el grupo de apoyo. Los primeros tienen turnos de retén de 24 horas y los segundos jornadas de nueve horas y media. Seguridad plantea que el 1 de enero de 2019 toda la unidad asuma las condiciones laborales del equipo de apoyo y desaparezcan los retenes. Erne estaría dispuesto a aceptar si se amplía el plazo hasta 2020 y hay garantías de que existan “compensaciones económicas” para los afectados por los cambios. “Es solucionable”, indica el secretario general a este respecto.
Preguntado si la retirada de las sanciones anunciadas por la concentración en el Parlamento forman parte de la negociación, Seijo indica que no en este momento y que esperan que no lo estén nunca porque “Erne espera que no sean notificadas nunca”, añade el líder sindical.
Esan: “Vamos avanzando pero no hay nada concreto”
El anuncio de Erne, en cambio, no dotaría de mayoría sindical a la propuesta. El sindicato Esan, el segundo en la Policía vasca, también constata un clima de diálogo, pero no llega a hablar de “acuerdos”. “Vamos avanzando poco a poco. Al menos la negociación no está enrocada, que ya es algo con este Departamento”, indica Kike Hernando. Esan y los representantes del Gobierno continuarán “intercambiando documentos” y perfilando “matices” en los próximos días a la espera de un nuevo encuentro después del parón vacacional de Semana Santa.
Sobre la mesa también está la segunda actividad, aunque el gran escollo para Esan es igualmente la unificación de horarios en Brigada Móvil y la desaparición del retén. La central indica que el Gobierno mantiene su plan de activar las nueve horas y media para toda la unidad en enero de 2019. Hernando indica que pelearán por mantener el retén pero, “en último extremo”, tratarán de retrasar lo máximo posible su entrada en vigor.
Para ELA-Ertzaintza, tercera fuerza, la propuesta del Departamento de Seguridad sobre la segunda actividad para los ertzainas de más de 55 años es “totalmente insuficiente” y la propuesta de restringir la movilidad geográfica “sin haberla discutido en las distintas unidades es un parche que no da solución a este grave problema que sufren los ertzainas”. También están “muy lejos” del Gobierno en los puntos sobre Brigada Móvil, informa Efe.
Euspel, finalmente, ha explicado en un comunicado que no aceptarán ningún acuerdo que suponga la supresión del horario de retén en Brigada Móvil. Portavoces de la asociación muestran su malestar porque una reivindicación interna pueda ser desoída en el acuerdo final. Entienden que el retén permite tener al 50% de la unidad operativa siempre, sea en servicio o sea entrenando o en retén, mientras que con las nueve horas y media ese 50% se reparte en tres turnos de mañana, tarde y noche.