El Obispado denuncia a un cura acusado de abusos sexuales en un grupo scout de Bizkaia
El Obispado de Bilbao investiga a un presbítero miembro de la federación Euskalerriko Eskautak (Scouts de Euskal Herria) acusado de abusos sexuales en los grupos juveniles, según se ha anunciado este lunes en un comunicado. En la nota no se concreta ni el número de víctimas, si son o no menores de edad, ni cuándo se produjeron los hechos. Sin embargo, sí se menciona que son “denuncias” en plural y que se trata de “comportamientos inadecuados contra la libertad sexual [...] en el ámbito de actividades relacionadas con la educación en el tiempo libre”.
Fuentes de la organización han confirmado a este periódico que los hechos se produjeron en 2015, 2016 y 2017. Al parecer, tres chicas diferentes habrían recibido “tocamientos”, siendo una de ellas menor de edad en el momento de los hechos. Euskalerriko Eskautak Bizkaia y el Obispado de Bilbao han emitido un comunicado conjuntamente este lunes para poner estos hechos en conocimiento de la opinión pública y para explicar el protocolo seguido. Los representantes afirman que el acusado, un religioso vizcaíno parte del movimiento scout católico de Euskadi, ha sido apartado de su cargo y aislado de las personas de este entorno.
Fue el 1 de noviembre cuando se conoció internamente la posible existencia de estos abusos y el colectivo de 'scouts' lo comunicó al Obispado a finales de mes. El 27 de noviembre, “por decreto episcopal”, se activió un “proceso de investigación previa” siguiendo los “protocolos” actuales de la Iglesia católica. Estas pesquisas se completaron el 5 de diciembre, se les dio veracidad y se trasladaron a lo largo del puente tanto a la Justicia canónica (Congregración para la Doctrina de la Fe) como a la Fiscalía.
Tanto Euskalerriko Eskautak Bizkaia como la Diócesis de Bilbao han condenado cualquier comportamiento contra la libertad sexual y han manifestado que “quieren acompañar a las personas afectadas y a sus familias y han puesto a su disposición el apoyo y la ayuda de profesionales”, así como reiteran su disponibilidad para colaborar con las autoridades civiles en todo momento.
El vicario general, Joseba Segura, ha sido designado por el obispado como instructor. Según afirman, “el asunto está en proceso de investigación civil y canónica y, por lo tanto, se debe mantener el derecho a la intimidad de las personas afectadas y la presunción de inocencia del presbítero acusado”.