Renta básica universal: la solución a las principales emergencias de la Humanidad

Todo el mundo debería saber que existe una solución para sacar a la Humanidad de las principales emergencias a las que se enfrenta, se llama Renta Básica Universal (RBU), y es URGENTE implantarla.

Una sola medida, técnicamente sencilla, de rápida implementación, y de efectos inmediatos. Vamos, lo que cualquiera querría encontrar cuando tiene ante sí una emergencia.

Para saber más sobre la RBU recomiendo visitar la web de la Red Renta Básica.

Una vez dada la voz de alarma, querría dirigir la siguiente carta a la española con mayor influencia en la Comisión Europea, su vicepresidenta Teresa Ribera.

Por un desarrollo justo, próspero y dentro de los límites ambientales.

Querida Teresa, 

Como título de esta carta verás que he escogido la descripción de tu perfil de x.com.

Y para introducir el tema copio la cabecera de este artículo de eldiario.es:

Los retos de Teresa Ribera al frente de la mayor cuota de poder de España en la UE

“Como vicepresidenta de Transición Verde y Competencia tendrá que reformular el sistema de ayudas de estado para impulsar la competitividad europea sin fragmentar el mercado único y defender la agenda verde, cuyo impulso se ha frenado en los últimos meses”

Parece una misión imposible… pero … ¿Y si se pudiera conseguir todo esto con una sola medida?

Estoy seguro de que has oído hablar de la Renta Básica Universal (RBU), o Universal Basic Income en inglés (UBI).

Sabrás que la RBU podría acabar con el hambre y la pobreza. Eso ya es mucho. Cuesta entender que no se haya puesto en práctica hace ya tiempo, aunque entiendo las dificultades, no sólo políticas, sino también culturales. A la gente le cuesta entender y aceptar que se pueda tener una renta sin trabajar. Nos cuesta ver más allá.

Pero creo que no tanta gente se ha dado cuenta del poder transformador que tiene la RBU, más allá de cubrir las necesidades básicas de todas las personas. La RBU por sí sola puede ser la vía para solucionar diversas emergencias actuales de la Humanidad. Una sola medida, técnicamente sencilla, de rápida implementación, y de efectos inmediatos. Vamos, lo que cualquiera querría encontrar cuando tiene ante sí una emergencia.

Hace 20 años la RBU era una buena idea. Hasta ayer era recomendable. Hoy puede ser nuestra única salida, y el principal riesgo es no intentarlo. 

La RBU desliga la existencia material del trabajo remunerado, actuando de freno natural de la economía, llevándola a niveles sostenibles de consumo de recursos y energía, con el correspondiente efecto positivo inmediato sobre el clima. 

La RBU aumenta la autodeterminación de las personas, elimina el hambre y la precariedad, y erradica la tolerancia de la violencia por motivos económicos. 

Con la RBU sigue habiendo ricos, lo que desaparece es la pobreza. Nos permite crecer sin colapsar. Hay trabajo y competencia, pero sin explotación.

 La RBU no es un regalo a cambio de nada. Es un contrato entre los que tienen acceso a explotar los recursos naturales comunes y quienes conceden este derecho (toda la Humanidad). Privilegios y paz a cambio de una renta básica. Es el mejor trato posible.

 Para terminar, y para dar un poco más de fuerza y credibilidad a este mensaje, te recomiendo la lectura de esta crónica recientemente publicada en la web de la ONU: 

https://www.un.org/en/un-chronicle/rethinking-universal-basic-income-economic-productivity-quality-life-and-sustainable

Me anima ver que dentro de la ONU se empiecen a oír voces sobre que la Renta Básica Universal es el cambio de paradigma inevitable en la economía para alcanzar un desarrollo sostenible. Significa que estamos más cerca. 

Ahora falta que alguien como tú sea capaz de empezar a hacerlo realidad. Estoy seguro de que si logras convencer a tus colegas de lo que acaba diciendo esta crónica, que ‘el camino a seguir es la adopción generalizada de un ingreso básico universal en el Norte global y un esfuerzo concertado para promoverlo en el Sur global’, lograrás con excelencia todos los retos que tienes por delante.

Y si no lo consigues, que no sea porque no hayas avisado de que sí que había algo que se podía hacer cuando aún no era demasiado tarde.