Una marcha feminista denuncia “la incongruencia” del Gobierno y reclama más fondos contra la violencia machista
“Sin presupuestos las violencias machistas no serán cuestión de Estado”. Con este lema ha recorrido la marcha convocada para este jueves los escasos metros que separan el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la fuente de Cibeles de Madrid para denunciar que el Gobierno no ha recuperado los niveles de gasto en prevención de este tipo de violencia previos a la crisis mientras el Congreso gesta un pacto de Estado.
Los asistentes, a los que habían convocado varios colectivos, han calificado la actuación del Ejecutivo de “incoherente” porque la cantidad presupuestada para este programa “choca” con lo que “desde noviembre de 2016 se viene llamando pomposamente 'Pacto de Estado contra la Violencia de Género”. Por ello, solicitan una modificación en el proyecto de los Presupuestos Generales presentado por el Gobierno.
“Haber presupuestado solo este dinero mientras al mismo tiempo presumen de estar haciendo contra la violencia machista es una tomadura de pelo”, opina Lucía, que ha acudido a la marcha junto a su amiga Marisa. Ambas repiten el número de asesinadas que desde el primer día de 2017 recogen las estadísticas oficiales del Ministerio: 24 y recuerdan también a los niños y niñas que se han quedado huérfanos.
También los nombra Marina, de 16 años, que aunque asegura que “ningún presupuesto puede cubrir algo como haber perdido a su madre en una situación así”, exige que el Congreso cumpla con lo aprobado hace una semana. El pasado martes la Cámara aprobó por unanimidad la toma en consideración de una iniciativa para garantizar las pensiones de orfandad para estos menores porque muchos no las reciben debido a los requisitos que actualmente establece la ley.
“Es una vergüenza que haya casos como el de niños que perciben 72 euros”, prosigue. Marina se refiere a los sobrinos de Josean Picazo, cuya hermana fue asesinada por su marido y padre de ambos en 2013 y a los que les han denegado la pensión. Mientras, sus compañeras Cristina y Sara dirigen su voz a los medios de comunicación: “No son muertas, son asesinadas”, gritan.
“Una ofensa a las víctimas”
La manifestación, que ha contado con escasa afluencia, ha puesto el foco en los “escasos” 27,7 millones de euros que se han presupuestado para la partida destinada a prevención de la violencia machista, que aunque se incrementa un 9,9% con respecto al ejercicio anterior y aumentar por tercer año consecutivo, no alcanza los niveles de 2010, cuando se empezó a recortar. Ese año se destinaron 34,3 millones de euros.
“No aumentar significativamente el presupuesto sería una ofensa para las víctimas”, han escrito en el manifiesto que han leído al inicio y al final de la movilización. Para Alba, portavoz de las convocantes, afirma que para las mujeres “la prevención es una prioridad, pero no parece que para el Gobierno lo sea”. Además, ha pedido que se revisen los regímenes de visitas de padres que cuentan con órdenes de alejamiento o han sido condenados por violencia machista.
Tampoco han dejado pasar que el Gobierno ha congelado el gasto dirigido al programa diseñado para fomentar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres al quedarse en los 19,7 millones, igual que en 2016. La partida lleva reduciéndose de forma consecutiva –excepto un año– desde 2006, cuando se destinaron 50,7.
“También queremos remarcar que sigue sin destinarse dinero a la prevención en los ámbitos educativos, sanitario y de medios de comunicación” ni tampoco un presupuesto específico para la aplicación de los artículos de la ley integral de 2004 que obligan a incluir la igualdad en el sistema educativo a través de materiales y asignaturas, formación del profesorado o el nombramiento de un responsable de igualdad en el Consejo Escolar.
“Convenio de Estambul, guardado en un baúl”, coreaban las manifestantes, que han denunciado “la falta de aplicación de esta normativa”, ratificada por España en junio de 2014. Entre otras cosas, el convenio exige la ampliación del concepto de violencia machista más allá de la que ocurre en el seno de la pareja o expareja a otro tipo de violencias como el acoso o las agresiones sexuales. Por último, las convocantes han querido dejar claro que el Gobierno “excluye” a las organizaciones del diseño de sus políticas: “No se pueden hacer políticas para las mujeres sin ellas”, han concluido.