Los bomberos de Proem-aid reconocen tener “miedo” ante “uno de los juicios más injustos de la historia”
Miedo. Es lo que afirman tener los tres bomberos andaluces que en menos de un mes se enfrentarán a diez años de cárcel por ayudar a refugiados en el Mediteráneo. Consideran que es “uno de los juicios más injustos de la historia” y que serán juzgados “sin pruebas coherentes que demuestren los delitos que se imputan...simplemente por dejarlo todo y salvar vidas”.
En unas líneas distribuidas por sus redes sociales, y poco después de haber recibido el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación del Gobierno de España, Alfonso Dastis, los bomberos han ido recibiendo multitud de apoyos institucionales y de organizaciones, entidades y asociaciones locales, autonómicas, nacionales e internacionales que han querido denunciar la “criminalización de la solidaridad”.
Desde Proem-aid (Professional Emergency Aid), a falta de menos de un mes para el juicio, “reconocemos tener miedo. Miedo a que nuestros tres compañeros sean cabeza de turco en este conflicto inexplicable. Miedo a que otras organizaciones sientan que mañana pueden ser ellos y dejen de prestar su salvamento y apoyo. Miedo a que se criminalice sistemáticamente la ayuda humanitaria. Y, sobre todo, miedo a que miles y miles de personas sigan cruzando el Mediterráneo sin saber si llegarán a la orilla soñada”. Incluso han hecho un vídeo con tal motivo:
Los bomberos llegaron a pedir a la Comisión Europea que no se castigara “a los que defienden la dignidad y derechos de las personas más vulnerables” e instan a “que no se pueda sancionar penalmente a las personas que facilitan la entrada o tránsito no autorizado de refugiados e inmigrantes por razones humanitarias”. Su petición lleva recogidas más de 167.000 firmas.
Su abogada resalta que “fuimos la primera organización de la sociedad civil de toda la Unión Europea” que consiguió entrevistarse con el comisario de Inmigración, Asuntos Internos y Ciudadanía de la Comisión Europea, Dimitris Avramopoulos, así como haber participado en varias mesas redondas sobre la materia en el Parlamento Europeo y llevado la mencionada petición “que ha hecho que varios eurodiputados hayan hecho preguntas y ejercido cierta presión a la Comisión Europea”.