La izquierda se pone de perfil en el debate sobre el relevo de los autónomos
Los partidos de la izquierda se han escudado en sus propias iniciativas políticas, sin desarrollar en todos los casos, para ponerse de perfil y rechazar en las Cortes de Aragón una resolución de apoyo al relevo de los autónomos que se jubilan, con especial atención a la pérdida de servicios en el mundo rural.
Se trataba de una PNL (Proposición No de Ley) presentada por el PP, y de carácter meramente declarativo, es decir, de posicionamiento político sin efectos ejecutivos ni prácticos, por lo que su rechazo resultó llamativo en grupos que se han mostrado partidarios de medidas de ese tipo, aunque ninguno de los tres últimos gobiernos (PSOE-PAR, PP-PAR y PSOE-CHA) las haya materializado.
La PNL reclamaba al Gobierno de Aragón la puesta en marcha de “medidas de asesoramiento, apoyo técnico y formación” para que jóvenes autónomos puedan “asumir y desarrollar el negocio” de los que se jubilan y, también, de habilitar “ayudas económicas para facilitar la participación del emprendedor en el proceso y la consolidación del negocio, una vez asumida la responsabilidad de gestión del mismo”.
La propuesta, en uno de esos debates de tinte surrealista que en ocasiones se dan en la Cámara autonómica, decayó al cosechar el voto en contra de las cuatro formaciones de la izquierda (PSOE, Podemos, CHA e IU) y sumar los conservadores únicamente el apoyo de Ciudadanos y el PAR.
Resoluciones previas
“¿Esto es todo lo que puede traer el PP?”, se preguntó la diputada socialista Leticia Soria, que acusó a los populares de “falta de ambición”. “No se puede decir que se está interesado en proteger a este colectivo y traer estos parchecitos”, dijo.
El PSOE es uno de los grupos que hace unos meses apoyaron la creación de un registro de negocios, la apertura de una línea de tutorización para los relevos y la habilitación de líneas de ayuda económica para quienes los realicen.
También apoya la Directriz de Política Demográfica y contra la Despoblación, impulsada por CHA desde el Departamento de Vertebración del Territorio, y que propone, entre otras medidas, aplicar la “discriminación positiva para autónomos y otras iniciativas económicas en el mundo rural”.
“Eso ya está hecho”, señaló el diputado aragonesista Gregorio Briz, que lamentó que las alusiones a la despoblación en las instituciones “se han convertido en un miserere” y que advirtió a los conservadores de que “buscar la contradicción entre los departamentos del Gobierno no es algo positivo”.
La propuesta de Podemos
Román Sierra, de Podemos, que recordó el recorte de 10.000 millones en el crédito privado que ha aplicado la banca en Aragón y las reticencias de los gobiernos central y autonómico a crear un instituto de crédito sostuvo, por su parte, que “sin el análisis previo de la realidad difícilmente podremos acertar en las medidas”, y añadió que la proposición de ley de autónomos que su grupo registró hace unos días contempla medidas de relevo “ambiciosas”.
La propuesta de Podemos, que llega cuando falta menos de un año para la disolución de la Cámara, plantea que la Consejería de Economía impulse un Plan de Fomento de Relevo Generacional, “tanto en ciudades como en el ámbito rural”, que defina “los incentivos de todo tipo que se establezcan para favorecer la incorporación de nuevos autónomos y la continuidad de las actividades de autónomos que cesen en su actividad en el territorio”.
Para el ámbito rural, aboga por que las actuaciones de desarrollo rural deban “tener en cuenta la realidad del trabajo autónomo en cada zona y sus posibles afecciones, posibilitando en la medida de lo posible su capacidad de permanencia y desarrollo”, además de diseñar para esas áreas “líneas específicas de financiación”, crear un Fondo de Relevo Generacional y promover la microfinanciación y el crowdfunding.
Tres comunidades ya aplican medidas de relvo generacional
El relevo generacional en el sector del empleo autónomo y el mantenimiento de los negocios de los trabajadores por cuenta propia que se jubilan tiene una especial repercusión en el mundo rural, donde los retiros, ya sean de tenderos, electricistas, albañiles o carpinteros, tienen como consecuencia una pérdida de servicios para los habitantes de esa zona y la consiguiente reducción de atractivos para poblarla.
“Cualquier medida que vaya encaminada a favorecer el relevo de aquellos autónomos del ámbito rural que van a abandonar la actividad, sería sin duda un factor a tener muy en cuenta en las estrategias de lucha contra la despoblación”, señala la exposición de motivos de la PNL, defendida por Ricardo Oliván, que señaló que “si es lamentable el cierre de cualquier negocio, lo es más si cabe en el mundo rural”.
Este tipo de programas de relevo, que suponen una reivindicación histórica de las organizaciones de autónomos, especialmente de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), ya se aplican en algunas comunidades con ejecutivos tan heterogéneos como el del PP en Galicia, el multicolor de Uxue Barkos en Navarra y el del PSOE auxiliado por C’s con guiños a Podemos e IU en Andalucía. Todos ellos combinan las acciones formativas con las ayudas económicas y dedican medidas específicas al mundo rural.
La burbuja del emprendimiento
Las medidas de fomento del trabajo autónomo, que han derivado en toda España en una burbuja de emprendimiento tras sumergirse en ella miles de desempleados ante las dificultades para acceder a empleos por cuenta ajena en los últimos años, tampoco han rejuvenecido el sector, en el que, societarios al margen, solo crece el grupo de los mayores de 55 años mientras el resto desciende.
En Aragón, están dados de alta en la Seguridad Social 105.387 autónomos, sin que los casi cinco años de aplicación de la tarifa plana hayan conllevado un aumento del colectivo: son solo 1.323 más que en 2013 ( ), y los que operan sin sociedades han descendido de 68.102 a 62.828.
La veteranía evoluciona en sentido contrario al que lo hace la edad. El mayor desplome se da entre los que llevan más de cinco años en el negocio, que en cuatro años han caído de 48.400 a 41.685, y, mientras aumentan los que llevan de uno a cinco, que pasan de 12.191 a 15.027, se reduce tanto el volumen de los que están en su primer año (de 7.511 a 6.116, un 18,6 %) como el de los menores de 40 años que emprende (17.749 a 15.159, un 14,6 %).