Cantabria impone un cordón sanitario en cinco calles del barrio La Inmobiliaria de Torrelavega por un brote descontrolado

La Consejería de Sanidad de Cantabria ha impuesto este viernes un cordón sanitario en cinco calles del barrio La Inmobiliaria de Torrelavega, que afecta a un área de unos 80.000 metros cuadrados con cerca de 6.500 vecinos, para intentar contener un brote descontrolado de coronavirus, que se originó en la celebración familiar de un bautizo en la que participaron más de 100 personas y que, en estos momentos, deja un balance de 68 casos positivos confirmados, un bebé de 17 días hospitalizado, además de un buen número de afectados ingresados con complicaciones de salud derivadas de la COVID-19.

Este cordón sanitario incluye las medidas más restrictivas impuestas hasta la fecha en Cantabria desde que se levantó el estado de alarma decretado a nivel nacional por la pandemia del coronavirus, ya que incluye, entre otros aspectos, el cierre total de toda la actividad comercial y hostelera en la zona con la única excepción de aquella que sea de primera necesidad, además del parón de la actividad lectiva para los niños escolarizados en el colegio ubicado en ese mismo barrio, o la limitación de movimientos para todos los residentes en el área comprendida dentro del cordón sanitario, que estará controlado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para evitar que personas contagiadas o que deben guardar cuarentena salgan de sus casas.

En concreto, el aislamiento se ha decretado en las calles Pintor Varela en su totalidad; Julián Urbina, los números impares desde pintor Varela hasta su intersección con Ceferino Calderón; Ceferino Calderón, entre las intersecciones de las calles José María Pereda y Julián Urbina a ambos márgenes; Marqueses de Valdecilla y Pelayo, desde su confluencia con José María Pereda a la intersección con Juan XXIII a ambos márgenes; y Juan XXIII, desde su intersección con Marqueses de Valdecilla y Pelayo hasta Antonio Bartolomé Suárez.

Según ha destacado el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, en una rueda de prensa convocada de urgencia en la que ha estado acompañado por la directora general de Salud Pública, Paloma Navas; por el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, y por el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Cantabria, Héctor Moreno, ha sido una decisión “complicada” pero “necesaria” dadas las circunstancias. “Tenemos que tomar decisiones para proteger la salud de los ciudadanos”, ha asegurado el máximo responsable sanitario de la comunidad autónoma, que ha explicado que la medida durará como mínimo 14 días “que podrán prorrogarse”.

Y es que este brote originado en una celebración familiar, que agrupó en diversos locales a más de un centenar de personas, ha ido creciendo exponencialmente durante los últimos días y aún no se sabe el alcance que puede llegar a tener, dado que los rastreadores tampoco han encontrado hasta el momento la colaboración de los participantes, que no facilitan los nombres de sus contactos estrechos, no pasan las pruebas PCR para las que han sido convocados o no respetan el periodo obligatorio de cuarentena que debe afrontar un positivo por coronavirus o cualquiera que haya estado en contacto con un caso activo.

Restricción de movimientos

Precisamente por este motivo se ha establecido una de las medidas más restrictivas, y probablemente más polémicas, que afectan a este cordón sanitario en el barrio de La Inmobiliaria y que tiene que ver con la limitación de movimientos y la identificación de los vecinos. La resolución publicada de manera inmediata en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) para su entrada en vigor este mismo viernes restringe la libre entrada y salida de personas del área delimitada, “salvo aquellos desplazamientos adecuadamente justificados”, y desaconseja los desplazamientos y la realización de actividades no imprescindibles dentro del área afectada, al tiempo que recomienda a la ciudadanía limitar sus contactos sociales al “mínimo imprescindible”. 

Las únicas motivaciones que permiten entrar o salir del cordón sanitario son aquellas relacionadas con la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, el cumplimiento de obligaciones laborales, profesionales o empresariales, el retorno al lugar de residencia habitual, la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables y por causa de fuerza mayor o situación de necesidad, unos supuestos establecidos por Salud Pública y que se vigilarán al máximo.

Para ello, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Policía Local de Torrelavega reforzarán los controles en las entradas de salidas para identificar a todas las personas que transiten por las calles confinadas. “Ellos trasladarán a Salud Pública esos datos para asegurarse de que esas personas no están diagnosticadas por COVID ni son un contacto estrecho de alguien que lo sea”, ha adelantado el consejero de Sanidad de Cantabria. Por tanto, se realizarán dispositivos especiales para identificar a todos aquellos vecinos que salgan de sus casas sin justificación y se les aplicará un régimen sancionador que va desde los 3.000 a los 600.000 euros en función de la gravedad del incumplimiento.

Cierre de la hostelería y el comercio

Estas no son las únicas medidas restrictivas, ya que el cordón sanitario impuesto en La Inmobiliaria también obliga a suspender todas las actividades de establecimientos de hostelería y restauración, excepto las de preparación y distribución de comida a domicilio, además de imponer el cierre al público de los locales minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad.

Asimismo, se han suspendido todas las actividades deportivas, culturales, artísticas, recreativas, de espectáculos y ocio, además de restringirse la concentración de personas en bodas, bautizos, comuniones, velatorios, funerales, entierros y celebraciones religiosas a un máximo de cinco personas en total, unas medidas que el consejero de Sanidad ha calificado de “restrictivas, pero absolutamente necesarias para controlar los contagios”. A diferencia del municipio de Santoña, que continúa confinado, en La Inmobiliaria se han cancelado las clases en el colegio público José María Pereda, ubicado dentro del área delimitada, ya que algunos de los alumnos están dentro del foco.

Evento “superdiseminador”

Por su parte, la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, ha incidido durante su intervención en que se trata de un brote que ha nacido a raíz de un evento “superdiseminador” que no les permite controlar el foco: “Ha habido 68 casos positivos en la zona en los últimos días y no hemos podido acceder a la información que necesitábamos para controlarlo”, ha explicado. Asimismo, Navas ha confirmado que hay un neonato de tan solo 17 días ingresado en el hospital debido a complicaciones en su estado de salud, y ha asegurado que la edad media del brote “es joven”, habiendo varios niños entre los infectados.

Precisamente, y por la cantidad de personas a las que podría afectar el brote, Navas ha señalado que se van a aumentar las tomas de muestras, por lo que ha hecho un “llamamiento público” a que todas las personas que han participado en eventos religiosos o sean contactos de esos positivos acudan al punto de triaje habilitado en el colegio José María de Pereda para que se les realice una prueba PCR “y así detectar los casos asintomáticos”. De la misma forma, se realizarán pruebas a todos los comerciantes de la zona.

El alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, ha expresado que la ciudad facilitará a los ciudadanos su etapa de acordonamiento “incrementando la ayuda a las personas vulnerables, el reparto de alimentos, y el apoyo tecnológico para que los niños puedan seguir formándose”. También ha lamentado que aquellos ciudadanos que han cumplido con las medidas de restricción y la normativa vigente “de manera admirable” durante los últimos seis meses “se vean sometidos a medidas aún más duras por el comportamiento de otros pocos”.