Pueblos Vivos Cuenca denuncia que las licencias de macrogranjas porcinas “se han disparado”
La Asociación Pueblos Vivos Cuenca ha denuncia que, desde el inicio de 2021 las solicitudes para instalar macrogranjas de cerdos “se han disparado en la provincia de Cuenca” y aseguran que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha “continúa dando autorizaciones ambientales integradas, incluso a proyectos que carecen de la concesión de aguas correspondiente o que no disponen de un plan de gestión de purines ni tierras para esparcirlos”.
Recuerdan la decisión del Gobierno de Emiliano García-Page de ampliar, en octubre de 2020, las zonas de la provincia de Cuenca consideradas vulnerables a la contaminación por nitratos y creen que “uno de los motivos conocidos es la proliferación de macrogranjas porcinas” y que, aseguran, “ha provocado que se quintuplique el número de cabezas de cerdo de la provincia de Cuenca”. Ofrecen cifras: se ha pasado de 106.977 cerdos en el año 2009 a los 553.848 en mayo 2020, según datos de la Consejería de Desarrollo Sostenible).
Pueblos Vivos recuerda que los vecinos de las zonas afectadas “han comenzado a rebelarse contra esta invasión” porque consideran que, lejos de proporcionar puestos de trabajo y activar su economía, a la larga lo que provocan es despoblación y aluden específicamente al ejemplo del municipio albaceteño de Balsa de Ves.
De hecho, en los últimos tiempos han proliferado las asociaciones ciudadanas en Cuenca. En las últimas semanas se han creado las plataformas vecinales de Gabaldón, Barchín del Hoyo, Tinajas, Piqueras del Castillo y Víllora que se suman a las que ya existen en Almendros, Barajas de Melo, Barchín del Hoyo, Belinchón, Campillo de Altobuey, Cañada del Hoyo, Cañete, Cardenete, Fuentes, Mariana, Mota del Cuervo, Portilla, Pozorrubielos de la Mancha, Priego, Quintanar del Rey, Reíllo, San Clemente, Tarancón, Torrejoncillo del Rey, Vellisca, Villalba de la Sierra, Villar de Domingo García y Zarzuela.
Por otro lado, aluden en sus críticas a los datos del INE porque “demuestran que en los últimos diez años la población conquense ha caído un 8% frente a la subida de un 417% del número de cerdos” lo que revela, dicen, que “este tipo de granjas altamente tecnificadas no generan puestos de trabajo ni ofrecen alternativas económicas viables a las zonas rurales”. Al contario, creen que las consecuencias que se derivan de ellas (contaminación de las aguas, malos olores, concentración de moscas…) “impiden el desarrollo de actividades alternativas como el turismo rural o el teletrabajo, tan necesarias en zonas rurales”.
Plantas de biogas para reconvertir purines: “No se tiene en cuenta los precedentes fallidos de Cataluña”
A la par, recuerdan que se están anunciando plantas de biogás en Belinchón (Cuenca) o en Cenizate (Albacete), “publicitándose como instrumentos sostenibles para la reconversión de los purines”.
Pueblos Vivos Cuenca cree que “el problema es que no se están considerando sus inconvenientes, tales como el aumento de tráfico de vehículos pesados, los malos olores derivados del almacenaje, la sobreexplotación de acuíferos (dada la ingente cantidad de agua necesaria para la homogeneización de purines) o la emisión de gases perniciosos para la salud, como el ácido sulfúrico que en bajas concentraciones es maloliente, pero en altas no, lo que le hace aún más pernicioso”.
Además, creen que “tampoco se están teniendo en cuenta los precedentes fallidos de Cataluña donde, una vez construidas, han dejado de utilizarse por el alto coste en su mantenimiento”.
El vertedero de grandes dimensiones junto a un parque arqueológico
El colectivo prosigue, en su radiografía ambiental de la provincia, analizando lo que cree que será otro gran impacto sobre el medio ambiente: la planta de residuos Almonacid del Marquesado, que ocupará 53 hectáreas. En dicha planta y según fuentes de Ecologistas en Acción de Cuenca, más de dos tercios de lo recepcionado se arrojará a los vertederos y, por tanto, no será recuperado; hecho que determinaría que no pudiera ser considerada como un ecoparque, sino como un vertedero de enormes dimensiones situado a 1 kilómetro del Parque Arqueológico de Segóbriga, “con graves consecuencias medioambientales”.
También afean la postura de la Diputación conquense. “Muchas administraciones públicas se están posicionando unánimemente en defensa de sus pueblos y sus gentes rechazando la instalación indiscriminada de megagranjas porcinas –como ya lo han hecho la Diputación de Albacete, la Diputación de Ciudad Real o el Ayuntamiento de Albacete–” pero en Cuenca la Institución provincial, denuncian, “sigue sin dar respuesta a la petición de la asociación Pueblos Vivos Cuenca, que solicitó a sus representantes la adopción de una postura similar”, a pesar del compromiso de respuesta del presidente, Álvaro Martínez Chana, en el pleno celebrado el 24 de febrero de 2021. “Esa esa respuesta sigue sin llegar”.
Pueblos Vivos Cuenca reclama también a los municipios que desarrollen ordenanzas que regulen el vertido de residuos y lodos de origen ganadero y agrícola de una forma sostenible y respetuosa con el bienestar de sus vecinos y el medio ambiente.
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