El hijo de Broseta, asesinado por ETA, reprende al vicepresidente valenciano de Vox por criticar a Ximo Puig
Vox continua esgrimiendo a las víctimas de ETA como arma arrojadiza. El vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, ha criticado este martes que el expresidente socialista Ximo Puig asistiera al homenaje a Manuel Broseta, senador de la UCD y catedrático de Derecho Mercantil de la Universitat de Valencia, asesinado por la banda terrorista en 1992.
Barrera ha censurado que el dirigente socialista asistiera el acto, en reproche por los pactos del PSOE con Bildu, que califica como “entrega de España a Otegui (sic) y la banda”. “Hay que tener valor”, ha escrito en un mensaje a través de X (Twitter) el dirigente valenciano de Vox. Ni la ultraderecha ni la derecha asistieron al homenaje al exministro socialista y también profesor de la Universitat de València, Ernest Lluch, asesinado por ETA en el año 2000.
Poco después de publicar el mensaje, Barrera ha sido reprendido por el hijo del homenajeado. El también diputado popular Pablo Broseta le ha respondido que “la foto no era buscada”, ni por Puig ni por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ha encabezado el acto de homenaje. “Esta es una imagen que muchos deberíamos exigir y reclamar, reflejo del acuerdo y consenso”, ha añadido Broseta en respuesta a Barrera.
El expresidente valenciano participó en el homenaje durante los ocho años que estuvo al frente de la Generalitat Valenciana, así como en el homenaje anual a Ernest Lluch, y esta vez ha sido invitado por la familia del profesor. Los socialistas han reprochado al conseller de ultraderecha que “le puede el odio”.
La alcaldesa de València, Maria José Catalá, también ha aprovechado para reclamar que no haya perdón institucional para los condenados. “Que no reescribamos la historia, que no perdonemos tan fácilmente a los culpables, que los perdonemos de corazón, pero no los perdonemos institucionalmente”, ha pedido la alcaldesa, que cree que “una cosa es no generar ira y odio y otra cosa es permitir que personas que han sido acusadas o condenadas por delitos de sangre formen parte de nuestras instituciones”.
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