Por qué es peligroso dejar el móvil en el salpicadero del coche mientras conduces
Es posible que nunca nos lo hayamos planteado. Sin embargo, llevar objetos sueltos en el coche puede ser peligroso en caso de accidente. No solo porque es una distracción tener cosas moviéndose en el coche mientras conducimos, sino porque estos pueden convertirse en un verdadero proyectil en caso de colisión. Lo alertaba la Dirección General de Tráfico (DGT) el pasado mes de octubre.
Prueba de que no somos muy conscientes de este peligro es que, según una encuesta realizada por RACE y Goodyear, el 21,4% de las personas afirma que lleva el equipaje dentro del coche, un 5% usa baca portaequipaje y un 2% utiliza un remolque.
Los expertos no solo hablan de grandes equipajes cuando se trata garantizar la seguridad cuando viajamos. También lo hacen de objetos muy comunes a los que no solemos prestar atención cuando vamos en coche y que colocamos de cualquier manera: móviles, libros, gafas de sol, monederos, botellas de agua, bolsos, etc.
Evitar el efecto elefante
Según la primera ley del movimiento de Newton, “todo objeto en un estado de movimiento uniforme tiende a permanecer en ese estado de movimiento a menos que se le aplique una fuerza externa”. Esta ley se aplica a todo lo que se encuentra dentro de un coche en caso de accidente.
El problema se conoce como efecto elefante. Este nos dice que, por ejemplo, cuando un pasajero viaja en el asiento trasero y no se abrocha el cinturón de seguridad y se produce un frenazo, este golpea hacia adelante con una fuerza que equivale, en función del peso y la velocidad, al peso de un elefante.
Cuando el coche se detiene de forma repentina, los objetos y personas no asegurados continúan avanzando hasta que impactan contra algo (ventana, tablero, asiento, etc.) que les impide avanzar más. Las velocidades de estos “proyectiles” se sitúan cerca de la velocidad del coche antes del impacto.
Por ejemplo, a una velocidad de 60 km/h, un pasajero de unos 75 kilos golpearía el asiento delantero con una fuerza de unas 4,2 toneladas. Y es que, por inercia, cualquier objeto suelto dentro de un coche no solo continúa la marcha hacia delante sino que además multiplica la fuerza con la que golpea cualquier cosa que encuentre por el camino hasta por cuarenta veces su peso solo a 50 km/h.
Así, pequeños objetos colocados incluso en la bandeja trasera del coche pueden convertirse en proyectiles que pueden provocar daños a las personas que viajen dentro. La DGT lo ejemplifica con objetos cotidianos como:
- Un paraguas: si partimos de un peso de unos 950 gramos, este objeto puede salir de la bandeja trasera e impactar contra las personas del coche con una fuerza equivalente a 38 kilos a una velocidad de 50 km/h.
- Una maleta: incluso las de tamaño pequeño, de unos cinco kilos, pueden llegar a golpear al conductor con una fuerza similar a la de un objeto grande de unos 150 kilos.
- Mochila escolar: en caso de colisión pesará hasta 40 veces más de lo normal y ejercerá una presión de 200 kilos, advierte el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).
- Un teléfono móvil: no es un objeto muy pesado (unos 150 gramos) pero si sale disparado en un accidente, el efecto elefante convierte este pequeño peso en un proyectil con una fuerza de 1,5 kilos aproximadamente.
Los objetos sueltos en un coche pueden causar otros peligros. Si uno de estos, aunque sea pequeño, cae en la parte del conductor, entre el suelo y los pedales, puede provocar problemas como que no pueda frenar e, incluso, que se distraiga.
Si desviamos la vista de la carretera aunque sea durante un segundo, circulando a 100 km/h, habremos recorrido casi 28 metros antes de que hayamos podido reaccionar en caso de que tengamos que frenar.
Cómo colocar el equipaje y los objetos en el coche
Evitar que nos suceda cualquier percance en el coche por algo que podemos evitar pasa por seguir las siguientes recomendaciones:
- Llevar todos los objetos, incluso si son pequeños, en el maletero.
- Los bultos más pesados y las maletas más grandes y rígidas deben ir colocadas en el fondo, lo más cerca del asiento trasero. Esto evitará que acumulen impulso en una colisión frontal severa y que, por tanto, entren en la zona de pasajeros. El resto del equipaje puede colocarse encima.
- Es recomendable sujetar la carga en los puntos de amarre del maletero con redes.
- Abrochar los cinturones de los asientos traseros aunque no haya nadie porque impiden que el equipaje pase del maletero al asiento.
- Usar las zonas del coche habilitadas para llevar objetos: guanteras y espacios portaobjetos detrás de los respaldos de los asientos delanteros, incluso huecos en el reposabrazos y en las puertas, son ideales para transportar pequeños objetos sin riesgo.
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