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La Diputación de Valladolid no alertó ni a la Consejería de Sanidad ni a la de Familia del positivo del director de sus dos residencias de ancianos

Residencia de ancianos Cardenal Marcelo, en Valladolid.

Laura Cornejo

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La Diputación de Valladolid no alertó a la Consejería de Sanidad de que el director  de sus dos residencias de ancianos había dado positivo en COVID-19 el pasado 19 de marzo, dos días después de que pidiese la baja por los síntomas. 23 días después, el 98% de los residentes de la Cardenal Marcelo dio positivo en coronavirus.

El pasado 6 de abril, la institución provincial pidió ayuda a Sanidad. Entre el viernes  y el sábado pasado, dos residentes de la Cardenal Marcelo murieron por insuficiencia respiratoria. Se practicaron las pruebas a todos los ancianos. El resultado reveló un contagio masivo: en la Cardenal Marcelo había 183 casos positivos, de ellos 166 “asintomáticos o leves”, 8 con “síntomas moderados” y 9 personas se encontraban en estado “grave”, tal sólo 9 ancianos dieron negativo. El 98% estaba contagiado de una enfermedad especialmente virulenta en personas de edad.

En la otra residencia, la Doctor Villacián, 41 residentes dieron resultado positivo en coronavirus, tres fallecieron el pasado lunes. La cifra de muertos entre los dos centros, que el miércoles llegó a 6 con una nueva víctima, podría ser mayor. En marzo fallecieron personas que fueron aisladas con problemas respiratorios y murieron sin que se las considerase oficialmente afectadas por la enfermedad.

Cinco muertos en cuatro días

Fue este lunes, con una situación insostenible (5 muertos en 4 días), cuando la Diputación destituyó a la subdirectora que había asumido la dirección en ambos centros y puso al frente a un equipo de técnicos. Desde el positivo del director tuvieron que transcurrir 23 días en los que según fuentes de la residencia a las que ha tenido acceso eldiario.es no se tomaron las medidas que la Consejería de Familia hizo llegar a todos los centros sociosanitarios el 28 de febrero.

Tal y como ha informado este diario, hay documentos en los que se dejó constancia oficial de que los residentes comían juntos, en mesas de cuatro, sin guardar la distancia de seguridad, se sentaban juntos en la sala de televisión, subían en grupo en los ascensores y, en definitiva, hicieron vida normal hasta el domingo. 

Hasta los desoladores resultados, ni las familias ni Sanidad tuvieron constancia de que la enfermedad estaba en esas residencias, a pesar de que la Consejería debería haber sido informada. Pero en esas cuatro semanas, no sólo el director dio positivo. También varios trabajadores causaron baja a partir del 16 de marzo, y se sometieron a las pruebas. Varios tenían COVID-19.

Familiares de altos cargos del PP

La Junta, a través de Familia lleva un control de casos. Todas las residencias, las que son propiedad del Gobierno autonómico y las privadas, envían a diario un reporte de casos confirmados y casos sospechosos. La Diputación, al ser una administración ajena, no lo hace. Entre sus residentes cuenta con familiares de altos cargos del Partido Popular, de trabajadores de la Junta y militantes del PP y hay también antiguos alcaldes de la provincia. Entre sus trabajadores hay personas vinculadas al partido y fieles a la dirección.

A través de la Consejería de Familia, las residencias con positivos fueron las primeras en ser desinfectadas por la Unidad Militar de Emergencias (UME), también por precaución las que no tenían ningún caso. La Diputación nunca solicitó ese servicio.

El diputado delegado del Área de Servicios Sociales, David Esteban, asegura a eldiario.es que la Consejería de Sanidad sí estaba informada. Se basa para ello en el registro que quedó del positivo del director cuando se le practicó el test y en el que aparecía como trabajador de la residencia Cardenal Marcelo. “Según el departamento de Prevención de Riesgos, eso queda registrado en Sanidad”, argumenta. No se hizo ni una llamada a la Junta a pesar de la vulnerabilidad de los ancianos ante el coronavirus. Fuentes de la Junta sí explicaron a este diario que el hecho de que al practicarse un test se haga constar el trabajo del afectado no implica, ni mucho menos, que vaya llevarse el control en el centro de trabajo, es un dato más. El control se efectúa cuando se da el aviso directamente. Ir documento a documento en una Comunidad que supera los 13.000 casos de COVID-19 “sería imposible”.

Entre el lunes y el partes, personal médico del Sacyl ha estado en las dos residencias, “reorganizando, reevaluando y tratando” a los más de 200 enfermos. No se sabe con qué tratamientos o con qué criterios trataron a los ancianos antes de su llegada, pero no pudo ser por COVID-19 porque hasta ese momento, no habían detectado casos o informado de los mismos.

Charlas sobre “cómo lavarse las manos”

Esteban defiende que siempre se actuó correctamente. Argumenta para ello que el 29 de febrero -un día después de que la Consejería de Familia remitiese protocolos para esquivar el contagio- redujeron visitas para que se hiciesen “en horas determinadas y en zonas concretas”, que procedieron a desinfectar el centro varias veces a través del Servicio de Bomberos, que dieron charlas sobre “como lavarse las manos” y que el 25 de marzo, días después de que el director y varios trabajadores enfermasen, procedieron a “una nueva distribución”.

En contra de lo que han relatado trabajadores a este diario, Esteban dice que hay guantes, mascarillas y buzos para todos y se usan. Las fotos con estos últimos empezaron a circular por las redes este fin de semana, una vez conocidos los positivos y se lavan y pasan de un turno a otro, según ha podido saber este diario. Pero Esteban no sabe explicar lo más evidente: si todo se hizo bien, cómo es posible que en una de las residencias el 98% de los ancianos haya enfermado. “Es una enfermedad muy contagiosa”, dice.

Tampoco es claro respecto a la sustitución de la subdirectora por un equipo técnico de una decena de personas, asegura que es por enfermedad, pero no por COVID-19, y tampoco es capaz de determinar si el director, que sigue dando positivo en coronavirus, se incorporará a su puesto cuando se recupere. “Es algo que aún no hemos abordado”, reconoce.

La Diputación de Valladolid ofrece ahora a los trabajadores tests de COVID-19 a los que pueden someterse “voluntariamente”. Así lo advierten en una circular que se ha colocado en ambos centros asistenciales y a la que ha tenido acceso eldiario.es. Mientras, 21 residentes con coronavirus se encuentran en estado grave. De ellos, nueve son usuarios de Doctor Villacián y 12 pertenecen a Cardenal Marcelo. 

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