La falta de acuerdos en Bruselas obliga al Gobierno a mover ficha para calmar las protestas del campo
“La Comisión Europea no ha sido capaz de afrontar los problemas. Si lo hubiera hecho, no estaríamos como estos días”. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, colocó hace unos días al Ejecutivo comunitario como uno de los actores que podían hacer más para frenar las protestas del campo. La Comisión ha ido haciendo guiños al sector, hasta el momento insuficientes para calmar los ánimos. Planas también señaló una cita, la del Consejo de Agricultura de este lunes, como la fecha en la que los líderes europeos tenían capacidad para acelerar los cambios. Sin embargo, del encuentro de los responsables de Agricultura comunitarios no salieron medidas concretas, por ejemplo, para reducir la burocracia o poner nuevos requisitos a las importaciones de terceros países.
Sin esas medidas, y ante las crecientes protestas, suben las exigencias para que el Gobierno español mueva ficha. “Nosotros sabemos qué hay que plantar y cuándo, mucho mejor que en un despacho de Bruselas”, criticó el lunes a las puertas del Ministerio Pedro Barato, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja), una organización empresarial adscrita a la patronal CEOE.
“No es posible que Europa no entienda que tenemos que jugar con las mismas condiciones. Como agricultor que soy, cuando voy a sacar mi cosecha, en esa temporada, me vienen barcos de terceros países y me arruinan totalmente la temporada, bajan los precios y ya no vuelven a subir”, indicó el secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Miguel Padilla, antes de la marcha por el centro de Madrid, que congregó a miles de personas y donde se autorizó la marcha de un centenar de tractores.
Y más críticas contra la actuación de Bruselas. “No puede ser que la Política Agraria Común [la PAC], que se creó precisamente para garantizar la alimentación de los ciudadanos de la UE a unos precios asequibles, sea la que está expulsando a los agricultores y los ganaderos”, ahondó Lorenzo Ramos, secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores. “Estamos aquí para denunciar que la PAC tiene que quitar tanta burocracia, se tiene que hacer la vida más sencilla a los agricultores”, instó.
Sin medidas concretas
Los tractores han vuelto también a Bruselas por segunda vez en menos de un mes. Si el 1 de febrero los agricultores de distintos puntos de la UE llevaron sus quejas a las puertas del Parlamento Europeo coincidiendo con la cumbre de los líderes de los 27, este lunes han aprovechado la cita de los ministros de Agricultura. El ambiente ha estado más caldeado que en aquella ocasión, con algunos enfrentamientos con la Policía, que ha blindado el barrio europeo hasta el punto de impedir a los periodistas durante horas el acceso a las instituciones europeas donde se celebraba el Consejo de Agricultura.
Fuentes diplomáticas ya reconocían la semana pasada que no se iban a tomar medidas concretas este lunes, sino que se iban a analizar las que puso sobre la mesa la Comisión Europea en las últimas semanas, como la retirada de la legislación para reducir en un 50% el uso de pesticidas químicos o algunas simplificaciones de las condiciones medioambientales de la PAC.
Aunque las ven en la “dirección adecuada”, en palabras del ministro de Agricultura español, Luis Planas, los gobiernos de los 27 consideran que “no son suficientes”. Así lo expresó el responsable belga, David Clarinval, tras la cita en la que los ministros reclamaron a Bruselas que tome “rápidamente” medidas “más ambiciosas”. Los responsables del área han elevado unas 500 sugerencias para que el gobierno comunitario tenga en consideración, entre ellas la modificación de los requisitos relativos al barbecho, a la rotación de los cultivos o a la erosión del suelo.
El comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, se ha mostrado confiado en que esos cambios puedan estar listos antes de que concluya el mandato (a finales de abril por la celebración de las elecciones europeas). También ha planteado que las condiciones respetuosas con el medio ambiente que los agricultores deben respetar para recibir el apoyo de la PAC pasen a ser voluntarias y no obligatorias bajo la premisa de que es “mejor incentivar que imponer”.
España quiere, además, que se impulsen “cláusulas espejo” al comercio con terceros países para evitar la competencia desleal. “Que productos que no están autorizados en la UE no puedan ser utilizados tampoco por productos que se exporten a la UE y sean importados por nosotros”, ha defendido Planas en línea con el sector, que se revuelve especialmente contra la falta de regulación de los competidores como Marruecos.
Tras la reunión del Consejo, algunos ministros, entre ellos el belga y el polaco, han recibido a una representación de los agricultores, que están preocupados porque ven que la maquinaria comunitaria va muy lenta para aprobar medidas que consideran necesarias antes de que las instituciones entren en modo electoral.
Luis Planas aseguró, solo cuatro días antes del Consejo en la capital belga, que España iba a llevar a Bruselas varias medidas concretas. Citó la simplificación de la PAC, para introducir “ajustes” a la hora de condicionar las ayudas a determinadas buenas prácticas medioambientales. También señaló la necesidad de incluir esas cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países. “En la Unión Europea producimos con determinadas condiciones y hay países que sí usan fitosanitarios” que aquí están prohibidos, señaló Planas en un desayuno informativo. “Hay un problema de competencia desleal. Nuestros agricultores se quejan y creo que tienen razón”. Unas negociaciones que, reconoció, no iban a ser fáciles porque había socios europeos en contra y son negociaciones a realizar en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
¿Y ahora qué?
Tras la reunión, el Ministerio de Agricultura ha trasladado que Luis Planas “ha considerado que es necesaria mayor rapidez en la aplicación de las medidas, especialmente en las que requieren una modificación de los reglamentos base, ya que está a punto de concluir la legislatura europea” ante las elecciones de junio “y ha recordado que los agricultores y ganaderos esperan soluciones urgentes”.
Una urgencia que, en parte, se verá en los próximos días porque el responsable de Agricultura aseguró que volvería a reunirse con Asaja, COAG y UPA, después del Consejo de Agricultura de este lunes. Estas tres organizaciones agrarias han repetido en las últimas jornadas la necesidad de que Bruselas tome cartas en el campo, reduzca la burocracia y simplifique y reduzca las exigencias de la PAC, pero también quieren que actúe el Ejecutivo español. Por ejemplo, reforzando la Ley de la Cadena, algo que el Gobierno ya ha asegurado que hará, y aumentando las inspecciones para evitar, entre otras cosas, que los agricultores cobren menos de lo que les cuesta producir.
Otras medidas tienen un calado económico mayor. Entre ellas, un plan de choque con aspectos específicos para que los sectores hagan frente al aumento de costes, en sectores como el cereal de secano, la ganadería extensiva o los productores de limones. Además, reclaman una mejora de los seguros agrarios y una reducción de las cargas sociales en las contrataciones laborales, vía bonificaciones, por la subida del salario mínimo (SMI) y medidas fiscales. Estas últimas, ligadas a los módulos del IRPF por la subida de los precios.
Otras medidas que piden las organizaciones pasan por evitar que los fondos de inversión puedan acampar tierras agrícolas o que estas se conviertan en instalaciones renovables, que se les reduzcan sus tarifas eléctricas, planes para que los jóvenes apuesten por el trabajo en el campo o sacar al lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Ahora queda por ver si el Gobierno priorizará alguna de estas medidas y, de hacerlo, cómo se materializarían.
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