Almeida compara el dispositivo para rescatar un trofeo de rugby del estanque del Retiro con salvar a un gato
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha restado importancia este jueves al amplio dispositivo de efectivos de bomberos y de policía municipal desplegado el pasado 17 de marzo en el estanque del Retiro para rescatar una pieza de un trofeo de Rugby que se cayó al agua, y lo ha comparado incluso con el rescate de un gato. Según han considerado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno tanto él como la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, de cuya área de Emergencias depende este cuerpo, algunos medios de comunicación y los grupos de la oposición están “creando una polémica artificial” sobre el caso. “No era un trofeo cualquiera”, ha señalado el alcalde.
La pieza rescatada debajo del agua era en concreto un trozo del trofeo del World Rugby Sevens Series, la final de las series mundiales que se va a celebrar en Madrid el próximo mes de junio. Sus organizadores se hicieron aquel día una foto promocional con la copa junto al estanque, y la corona de la parte superior, en un despiste, cayó al agua.
Según adelantó este jueves la Cadena Ser y pudo confirmar Somos Madrid, el Ayuntamiento de Madrid movilizó aquel día nada menos que a 19 bomberos y a 6 vehículos para recuperar la pieza caída al agua, operación que se vistió como un “simulacro”, y durante la cual incluso un efectivo de este cuerpo se sumergió en el estanque, algo que prohíbe la normativa que establece que “solo se realizarán intervenciones sobre la superficie del agua, excepto que esté en peligro la vida humana, en cuyo caso se realizará todo lo necesario, en función de la formación y del personal interviniente y de los medios presentes en el lugar”. Almeida y Sanz ha insistido en restar importancia a ese detalle y han asegurado que no hubo peligro para el bombero porque el estanque apenas “tiene dos metros de profundidad”.
La vicealcaldesa, no obstante, ha reconocido hoy que en realidad el dispositivo se montó para ese fin particular aunque en un principio, por “confusión”, se dijo que era un “simulacro”, después de que lo desmintieran los propios bomberos.
Sobre el coste de la operación Sanz se ha remitido a los “detalles” que puedan dar a la oposición en la próxima reunión de la Comisión del área de Seguridad y Emergencia, que ella dirige, aunque ha adelantado que fue “similar al de cualquier otra intervención”.
“Nadie discute que se rescate a un gato”
Por su parte, el alcalde ha rechazado que se trate de malversación de dinero público, pese a las reiteradas críticas que él hace al Gobierno de Sánchez por lo que considera uso indebido de los fondos para “fines particulares”. Incluso lo ha comparado con el coste que genera el “rescate de un gato” que se sube a un árbol y luego no puede bajar. “Nadie discute que se rescate a un gato por parte de los bomberos. Nadie lo cuestiona. Se hizo esa colaboración para rescatar un trofeo que no es un trofeo cualquiera”, ha reiterado Almeida.
El regidor ha aprovechado para cargar contra Más Madrid y el PSOE, que le han pedido explicaciones sobre el suceso. “Lo único que refleja es la desesperación de la oposición para no hablar de nada importante para la vida de los madrileños”, ha asegurado Almeida, recordando el “pato fake” que denunciaron que había muerto como consecuencia del ruido acústico generado durante la 'mascletá' organizada el pasado mes de febrero en Madrid Río por el Ayuntamiento.
Almeida también ha aprovechado para presumir de los logros de su gobierno a lo largo de estos meses, como el de los “mejores datos de calidad del aire de la serie histórica”. Además, durante su comparecencia ha bromeado sobre lo “nervioso” que está ante la cercanía de su boda, que se celebra el sábado, y sobre la que tampoco ha dado datos de lo que costará el dispositivo de seguridad que se montará en las inmediaciones de la iglesia madrileña en la que contraerá matrimonio. Según ha reconocido, se pasa el día “resoplando” deseando que llegue el momento del enlace, pero “muy tranquilo” porque deja la alcaldía en manos de Inmaculada Sanz durante las dos semanas que estará de viaje de luna de miel.
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