Las diferencias entre el polideportivo de la Cebada que planeó Carmena y el que ha ejecutado Almeida
En lo alto del nuevo polideportivo de la Cebada destacan el verde y el azul. Son los dos llamativos colores que componen la minipista de atletismo con la que el Ayuntamiento de Madrid ha sustituido la plaza pública planificada en su azotea. Es el cambio más evidente con respecto al proyecto original que el consistorio ideó durante la legislatura pasada, después de un largo diálogo con los vecinos de la zona, aunque hay más.
Hace unos días, varios concejales de Más Madrid visitaron las instalaciones para comprobar el fin de la infraestructura anunciado por el área de Obras. Durante la visita, el edil Jorge García Castaño lamentó que no se haya ejecutado la plaza prevista por su equipo y tampoco el espacio de gestión vecinal y la cafetería que iba a acompañar este lugar en la parte alta.
En lugar de este espacio de uso público y abierto se ha trazado una pequeña pista de unos 100 metros de cuerda que solo servirá para pequeños entrenamientos con constantes giros, que no cuenta con la longitud necesaria para que sea considerada oficial (a partir de 180 metros). Su gestión estará a cargo probablemente -no fue confirmado en la presentación oficial- de la empresa que se adjudique la explotación de estas instalaciones.
El proyecto original también fue modificado en las estancias interiores del polideportivo. En la planta baja estaba previsto un espacio amplio para que las familias pudieran observar la piscina desde el interior, donde comprobar las evoluciones de sus hijos en las clases de natación. Con lo ahora construido ese espacio se reduce para ganar hueco para una sala de musculación.
La redistribución de espacios queda de la siguiente manera: en la planta baja aparecen varios despachos administrativos en parte del hueco dedicado a las familias. Estos despachos iban a estar en la primera planta, donde ahora se alarga una sala de musculación a costa de este espacio y se añade el vestuario masculino. Además, en la segunda planta, donde se encontraba el vestuario masculino, ha aparecido una sala de actividades dirigidas.
Por último, Más Madrid denuncia que el rocódromo previsto ha visto menguar su espacio de modo considerable. Fuentes del partido de la oposición se quejan de que el Ayuntamiento haya redistribuido el espacio original pensando en la futura explotación de una empresa privada. “Lamentamos que, a pesar de que nosotros apostamos por la gestión pública, Almeida opte por la gestión privada, no es nuestro modelo de ciudad”, explica la concejala Mar Barberán a este medio.
Apertura del centro, a finales de 2022
Aunque las obras estructurales han acabado, al polideportivo de la Cebada le quedan todavía varios meses de reformas antes de su apertura al público. Ahora, la Junta de Centro se ha de encargar de su puesta a punto, algo que el Ayuntamiento de Madrid calcula que finalizará en el último trimestre del año. Será el final de 14 largos años de espera de los habitantes de esta zona del centro, que vieron en 2008 desaparecer su polideportivo, demolido por Gallardón para llevar a cabo un proyecto de centro comercial y viviendas que nunca se llegó a llevar a cabo.
García Castaño ha reclamado al alcalde Almeida que La Cebada se abra y se ponga en funcionamiento cuanto antes para que el vecindario pueda disfrutarlo. “Que no espere a las elecciones para inaugurarlo”, ha recordado ante la posibilidad de que los plazos se alarguen hasta 2023, año electoral.
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