Música y danza como instrumento para fomentar la integración y el respeto hacia la cultura africana
Cuando Khaly Thioune comenzó a cursar su licenciatura en Artes Escénicas en la Escuela Nacional de Arte de Senegal sabía que tenía que trabajar duro para hacerse un hueco en el sector. Fue así, con constancia y dedicación, como consiguió una beca de formación para viajar a Francia y como años más tarde, en 2002, logró un contrato en Las Palmas de Gran Canaria. Desde entonces, ha tenido claro que su objetivo no es convertirse en un artista rico ni famoso, sino que su trabajo permita acercar la realidad de África al continente europeo, demostrando que “no es sólo pobreza” y que tiene muchos valores culturales que transmitir. “Mi filosofía es que hay que conocer al otro, abrir la mente”, asegura.
Khaly recuerda emocionado que los inicios de la década del 2000 estuvieron marcados en Canarias por la llegada de cayucos con personas procedentes de su continente. Por ello, decidió que tenía que trabajar por fomentar la integración. “La sociedad canaria ha cambiado desde entonces, ya no se ve al inmigrante como una persona que viene a quitar el trabajo, sino como alguien que puede aportar mucho”. Sin embargo, lograr una sociedad más abierta también se ha debido en parte a personas que como Khaly han luchado por ello. Tanto él como su hermano Aly se embarcaron en este proyecto que no sólo integra música, danza o teatro, también ha incluido durante muchos años charlas en colegios, talleres… A través de sus cuentos han explicado en centros escolares de todas las islas qué es un inmigrante, por qué deja su país o han hecho reflexionar sobre la idea de que algo tan cotidiano como abrir un grifo y que salga agua no está al alcance de todos y obtener este bien tan básico sigue suponiendo toda una odisea en algunos países. Una labor que llevó a Khaly a obtener el premio Joven Canarias en el año 2012. “Yo que he viajo bastante, he podido comprobar el gran nivel de integración que existe en Canarias”, afirma orgulloso.
“Lo bonito de nuestro trabajo es ver cómo al principio hay niños que te ven con miedo, o en un principio les hacen gracia nuestros espectáculos, pero poco a poco les va gustando, van comprendiendo y terminan pidiéndonos autógrafos o interesándose por la cultura africana”, insiste. También recuerda casos en los que personas que no querían ver más allá, terminan abriendo su mente. “Esto es gracia a la música, la danza, el arte…”
El trabajo de esta compañía, ya integrada por unos 20 artistas (aunque cuando es necesario se contratan más para algunos espectáculos) se ha extendido por el resto de España y han participado en festivales de nivel como el Rototom Sunsplash, el Womad de Cáceres y el de Las Palmas de Gran Canaria, el festival África Vive, de Casa África o El Spal, entre otros. También tienen actuaciones fijas en el hotel Baobab de Gran Canaria e imparten talleres de danza y percusión en Las Palmas de Gran Canaria y en Santa Lucía de Tirajana. Todo ello, Khaly lo compagina con las charlas, conferencias y las clases de historia y tradición africana que imparte en el Diploma de Estudios Africanos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
“Ni Europa es tal y como la ve África, ni África como la ve Europa”
El trabajo de los Hermanos Thioune no se queda sólo en España, también trabajan en Senegal con distintos proyectos de cooperación. Khaly cuenta que viaja a su país al menos dos veces al año y que el hecho de estar ubicado en Canarias le permite esa mejor conexión entre ambos continentes. No obstante, con el objetivo de que este proyecto siga creciendo su hermano Aly se han instalado en Valencia.
Para el fundador de esta compañía “ni Europa es tal y como la ve África, ni África como la ve Europa”. El hecho de vivir entre dos continentes le ha permitido comprender mejor la visión de ambos. Señala que los europeos sólo se quedan con la parte de que África es igual a pobreza y enfermedades y que los africanos creen que Europa es símbolo de riqueza. Él intenta transmitir en ambos continentes que no todo es tan radical, que hay un equilibrio y que no todo es siempre como lo venden.
Khaly insiste en que todos los seres humanos tenemos las mismas incertidumbres y miedos “la diferencia es que unos son ricos y otros pobres, unos blancos, otros negros, y cada uno tiene sus circunstancias”. Hay personas que emigran huyendo del hambre, la pobreza, las guerras, pero hay otras que lo hacen por mejorar su calidad de vida, por perseguir sus sueños, sus ambiciones, porque el dinero en Europa tiene más valor que en África… “Hay muchas historias, la inmigración tiene distintas caras y hay que intentar conocer al otro”, indica.
Además, también aboga por enseñar en África (primero en su país, Senegal, aunque su idea es seguir expandiendo esta iniciativa por más países africanos) que Europa “no es El Dorado”. Explica que el africano suele volver a sus raíces y que considera que debe utilizar sus experiencias en países europeos para aplicar lo bueno que hayan aprendido, los caminos que estos han utilizado para llevarlos a cabo en su tierra. Por este motivo, le gusta hablar de música como símbolo de desarrollo.
“Lo que queremos es llegar a más gente a través de la música, la percusión… trabajar en la cultura, y apoyar a África para que se levante, enseñando también a los pueblos africanos a través de la música a valorarnos a nosotros mismos, a nuestra tierra y trabajar para que sigamos adelante”, resume Khaly.
Reivindicación del artista profesional
Hermanos Thioune defiende la máxima de que para poder transmitir estos valores es importante que sus integrantes sean profesionales, cree que esto le diferencia y es gracias a la formación y al conocimiento por lo que pueden llegar a más personas. El grupo musical, compuesto por siete miembros, incorpora de la tradición africana instrumentos representativos como la kora, el djmebe o el balafón. Con el tiempo, han logrado fusionarse con otros ritmos como el soul o el jazz de la mano de guitaras eléctricas o el saxofón.
Ya cuentan con dos discos en el mercado, el primero Yewoul África (Despierta África) de 2010 y Souñou Yon (Nuestro Camino) de 2016.
Competir con el productor europeo
Khaly explica que nunca pensó que su compañía llegaría a este punto y que ahora lo valora con mucha responsabilidad y cautela. Señala que hay por delante un campo muy amplio en el que trabajar y que el camino no es nada fácil, ya que “la gente está acostumbrada a que sean europeos los que lideren los espectáculos de animación africana, los grupos africanos e incluso la cooperación a África”, suele ser el europeo el que va a África en busca de artistas para sus espectáculos. Sin embargo, Hermanos Thioune es una empresa afincada en España, que además tiene una ONG y la llevan africanos y “claro, conlleva más responsabilidad”.
Explica que en estos doce años nunca han tenido ningún problema, pero luchan día a día para que todos los trámites cumplan estrictamente con la legalidad. “Hay que tener mucha valentía y mucha responsabilidad porque hay muchas complicaciones”.
Un campamento en Senegal
Entre los próximos proyectos de la compañía destaca la construcción de un albergue en Senegal en el que se puedan hospedar los voluntarios y los niños y jóvenes con los que trabajan en distintos proyectos. En ese país, señala que tienen actualmente proyectos para la mujer, para los niños de la calle, un centro de niños de la calle y proyectos para trabajar en la agricultura.
El próximo verano espera impulsar un campamento de cooperación y desarrollo en el que invita a participar a artistas europeos. Añade que cambiar el mundo no es nada fácil pero que siempre recuerda una frase que dijo el consejero de Cooperación del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez (NC) “en temas cooperación no se puede decir que uno no puede hacer nada, porque cada persona puede aportar algo, un granito de arena”. Esta idea asegura que le da fuerzas “si todos hacemos algo, algo cambia”, afirma.