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Joana Marcús, la española más vendida en América Latina con sólo 24 años : “Los jóvenes leen, pero no lo que querrían los adultos”

La mallorquina de 24 años Joana Marcús es la escritora española que más vende en América Latina.

Sandra Vicente

3 de enero de 2025 21:55 h

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Las vacaciones de Navidad de Joana Marcús (Mallorca, 2000) han sido muy diferentes de las de cualquier joven de su edad. Mientras sus coetáneas volvían a casa para reencontrarse con amigos y familia y se preparaban para los clásicos ágapes, ella apuró los últimos días de diciembre para dar entrevistas y hacer presentaciones y encuentros con prensa.

A pesar de su corta edad, ya ha escrito nueve novelas. Y esas son sólo las que han sido publicadas por editoriales como Nova Casa, Cross Books o Montena. Además, hay que sumar 24 relatos más, disponibles en la plataforma online Wattpad, una especie de foro de lectura social.

Pero Marcús no sólo es prolífica, sino que también parece haber dado en el clavo de lo que quieren sus lectores, la mayoría de los cuales tienen entre 14 y 25 años. Se ha coronado como la reina del romantsy -género que mezcla la fantasía y el romance y triunfa entre los jóvenes- al convertirse en la escritora española más vendida en América Latina. Lleva más de un millón de ejemplares, la mitad con 'Ciudades de Fuego', el último libro de su anterior trilogía.

Todavía es pronto para saber cómo le irá con la última novela, Etéreo (Montena, 2024), pero todo parece indicar que su ascenso sigue. Lo presentó en la consagrada FIL, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), en uno de los actos más masivos del encuentro y dejando a centenares de personas fuera. “Uff... Eso fue otro nivel”, exclama la autora, en conversación con elDiario.es.

“Yo es que ya no sé cómo recibir estas noticias”. Marcús es de las que se enrojece cuando le comunican un nuevo logro y, como muchas mujeres jóvenes, lucha contra el síndrome de la impostora. “Que mi familia y amigos, incluso la gente de la editorial, me diga que tengo que estar orgullosa de lo que hago es una cosa. Pero ver titulares con mi nombre diciendo que soy la que más vende en América es increíble”.

No son pocos los medios que hablan de ella. A pesar de que los autores de literatura juvenil nunca han gozado de demasiada atención mediática, sólo durante el día en que Marcús concede una entrevista a elDiario.es, ya se ha visto con otros siete periodistas. Se reconoce abrumada, pero admite que le gusta dar entrevistas. “Me ayuda a valorarme más”, asegura.

“Creo que nunca se me pasará pensar que no soy tanto como dicen, pero me toca sacar orgullo y tratar a mis obras con el respeto que merecen”, asegura. Y es que el género que ella ha escogido, el romance adolescente de toda la vida, pero marcado con toques de fantasía o ciencia ficción, está “denostado y menospreciado”, tal como ella misma lamenta.

La literatura juvenil no es menos arte porque hable de los problemas vitales de los adolescentes

“Tengo la sensación de tener que demostrar constantemente que merezco estar ahí, que me tengo que esforzar el triple que mis compañeros por escribir un tipo de literatura que se cree menos elevada”, explica. Marcús enmarca estas críticas en una corriente adultocéntrica que ni entiende ni valora las preocupaciones e intereses de las personas más jóvenes.

“La literatura juvenil no es menos arte porque hable de los problemas vitales de los adolescentes”, asegura. De hecho, ella como lectora además de escritora, constata el vacío que sienten muchos en esas edades, en las que la literatura está “plagada de personas adultas que se creen que saben más de ti que tú misma”.

Los libros destinados a jóvenes pecan de “paternalismo” y de historias llenas de “lecciones a aprender, sobre lo que tienes que pensar y sentir”, se lamenta. Y esas novelas, según asegura Marcús, no gustan a los adolescentes. Y no los leen. “Pero los jóvenes leen muchísimo, lo que pasa es que no leen lo que querrían los adultos”, sentencia.

De hecho, según el último barómetro de hábitos de lectura del Ministerio de Cultura, los menores de 18 años son los que más leen en su tiempo libre. El número de lectores frecuentes llega al 85% entre los menores de 14 años y se estabiliza en el 74% entre los adolescentes. “Hay que tratarles con cariño y validar sus gustos e intereses. Y, por supuesto, también sus ritmos”, asegura la escritora.

Por eso, a ella no le tiembla el pulso para hablar de sexo, drogas o violencia explícitas. Pero siempre pone una advertencia al inicio de sus novelas. “Intento ir de menos a más. Soy consciente de que hay quien puede no sentirse cómodo con ciertos temas y por eso aviso. Nunca te vas a encontrar una escena violenta de sopetón, te voy a ir preparando para que puedas dejarlo antes de que leas algo que no quieres leer”, explica.

Dos años de silencio por bullying

Joana Marcús escribe desde que tiene 11 años. A esa edad descubrió la plataforma Wattpad, una especie de foro en la que los usuarios pueden publicar relatos y comentar los de otros. Ella, siendo adolescente, llegó a tener 300.000 seguidores -hoy son medio millón- que esperaban ansiosos sus relatos.

Es un portal frecuentado principalmente por adolescentes que se adentran en el fanfic, un género amateur en el que aparece algún personaje famoso y para el cual se imaginan tramas alternativas que, a menudo, involucran a chicos y chicas normales. “El primero que escribí iba de los Jonas Brothers”, recuerda hoy. “Pero era un mundo al revés. Había una chica famosa y los Jonas Brothers eran sus fans”, dice entre risas.

A partir de ahí fue encandilando a los parroquianos de Wattpad, hasta tal punto que se sentía en deuda con sus seguidores. “Era una responsabilidad saber que había gente que esperaba leerte”, dice. Pero no todo fueron buenos momentos. La fama no cayó bien entre algunos de sus compañeros de clase, que empezaron a hacerle bullying. El acoso fue tan fuerte que Marcús colgó el teclado durante dos años enteros. “Consiguieron que mi lugar seguro, que era escribir, se volviera en mi contra”.

Fue una etapa muy dura y una profesora, la de castellano, fue quien la sacó del pozo. “¿Por qué das más poder a gente que no te quiere que a todas esas personas que llevan dos años esperando a que vuelvas a escribir?”. Eso fue lo que le dijo su maestra y, tras esas palabras, se armó de valor y volvió a escribir.

“Es muy fuerte eso. Saber que hay gente que no conoces que te está esperando”, dice recordando a esa profesora, a quien todavía hoy sigue enviando sus manuscritos para que le dé su opinión.

Escribir de manera profesional está muy bien y es un sueño publicar con editoriales, pero en Internet es donde me siento más libre

Aquel consejo le cambió la vida y lo sigue aplicando a día de hoy. Incluso en su profesión. Marcús ha hecho un parón en sus estudios de psicología para dedicarse plenamente a la escritura, pero a pesar de ser una autora reconocida y arrasar en ventas, sigue escribiendo para esos seguidores de Wattpad.

En la plataforma se pueden encontrar alguna de sus novelas y, además, publica cuentos y relatos inéditos. “Escribir de manera profesional está muy bien y es un sueño publicar con editoriales, pero en Internet es donde me siento más libre”, asegura.

Reconoce que le cargan las revisiones y las eternas ediciones antes de que un libro vaya a imprenta. En cambio, en Wattpad escribe sobre lo que la ilusiona, sin darle explicaciones a nadie, como le sale. “Los libros se han acabado convirtiendo en un producto, y eso está bien, pero escribir es mi hobby, lo que más me gusta hacer, y no quería que fuera sólo mi profesión”, asegura.

Por eso, sigue escribiendo por placer. Marcús es metódica y dedica su jornada laboral a sus libros. Pero luego, en aviones, trenes, salas de espera o antes de ir a dormir sigue dando rienda suelta a las historias que tiene en la cabeza, las que le salen sin pensar. Y vuelve allá donde empezó, a reencontrarse con una comunidad de lectores que no salen en los ránkings, pero que han sido la escuela de autores que, como ella, hoy se han ganado un nombre propio en el sector editorial. 

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