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Un conseller de Zaplana, Camps y Fabra invitó a políticos y amigos a cacerías que pagaban contratistas de la Generalitat

Serafín Castellano, mirando las piezas abatidas, junto al contratista de la Generalitat Vicente Huerta.

Sergi Pitarch

José Miguel Espinosa, el que fuera durante lustros mano derecha del policonseller, exdelgado del Gobierno y exsecretario general del PP valenciano con todos los presidente conservadores, Serafín Castellano, se mostraba este miércoles contrariado ante la llamada de eldiario.es. Entre decepcionado y hundido tras hacer público Levante-EMV que la Audiencia Nacional le investiga por acudir a una cacería en Ciudad Real que pagaron dos contratistas de la Generalitat, Espinosa se defiende: “Fui a una cacería a la que me invitaron unos amigos y ahora me entero de que la pagaron unas empresas de Sevilla que ni conozco”.

Las palabras y la explicación del que fuera íntimo amigo de Castellano denotan cierto desengaño y dejan entrever que aquella cacería en la finca de Fresnedas Altas (Ciudad Real) en enero de 2008 y que costó casi 14.000 euros la tenía que haber pagado quien le invitó y no dos empresas que además habían contratado con la Conselleria de Sanidad cuando Castellano dirigió el departamento entre 2000 y 2003. “Soy el primer sorprendido. Cuando fui a declarar al juzgado de Llíria –por otra causa abierta por un juez de Sagunto cuando era alcalde de Casinos y que se trasladó a la capital del Camp de Túria– me dijeron que un DVD requisado en el registro de mi casa había sido enviado a Madrid” e incluido en la investigación sobe el cártel del fuego, asegura.

Esa película, que se envió a la Audiencia Nacional tras los registros en la casa de Espinosa en marzo de 2018, muestra una jornada en la finca de Ciudad Real y en ella aparecen un grupo de amigos disfrutando de la naturaleza y practicando la caza menor. Son Serafín Castellano, José Miguel Espinosa y el empresario José Miguel Pérez Taroncher, ya fallecido, con sus respectivas esposas. Esta cinta sirvió al juzgado de la Audiencia Nacional para tirar del hilo y acabar dando con que el coste de la cacería lo abonaron, según confirma el propio Espinosa, las empresas Dräguer Medical Hispania SA y Técnicas Médicas SL, dos proveedores habituales de la administración valenciana y que trabajaron con Castellano, al menos, cuando fue conseller de Sanidad.

Por esta causa, el exalcalde de Casinos ha sido imputado y declaró en diciembre de 2018 en la Audiencia Nacional. “Creo que todo se aclarará”, afirma.

Pero esta cacería en la finca de Ciudad Real no ha sido la única en la que Castellano satisfizo su afición pagada por un contratista. En 2013 y después de una denuncia de un directivo de la empresa Avialsa, la contratista de la Generalitat de aviones antiincendios que trabajó con Castellano siendo conseller de Gobernación, trascendió que Castellano, su amigo el empresario Pérez Taroncher y Vicente Huerta, propietario de Avialsa, disfrutaron de una jornada cinegética en Las Lagunas de Ruidera, también en la provincia de Ciudad Real.

Serafín Castellano fue detenido en mayo de 2015 cuando era delegado del Gobierno de Mariano Rajoy en la Comunitat Valenciana. Su arresto provocó su destitución fulminante. Castellano siempre dijo: “Yo me pago mis aficiones”. Tras esta nueva investigación parece ser que tuvo una ayuda económica importante en sus hobbies. Incluso para invitar a sus amigos.

El cártel del fuego, causa abierta que todavía sigue investigándose, fue la unión de un grupo de empresas de diferentes comunidades autónomas que se repartían el negocio de la extinción de incendios.

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