El huerto vecinal Gloria Fuertes da sus primeros frutos: autogestión, comunidad y tomates en plena plaza de Lavapiés
La creación de un huerto vecinal en plena plaza de Lavapiés, en uno de los parterres que el Ayuntamiento había olvidado acondicionar y que permanecía yermo desde hacía años, podía parecer una idea descabellada pero es lo que se empeñó en hacer un vecino del barrio de Embajadores, Carlos Marques, quien enseguida encontró en Mateo Peluzzo, otro vecino, a un primer cómplice.
Ambos pusieron en marcha la propuesta Replantamos plaza Lavapiés a través de una cuenta de instagram, donde durante todo este tiempo han ido informando sobre su evolución. Esa misma cuenta en redes sociales ha servido para que otras personas interesadas en la iniciativa contactaran con ellos y pudieran sumarse a la misma, cuando no lo han hecho tras encontrárselos directamente trabajando sobre el terrero, algo que suelen hacer periódicamente en las mañanas de los fines de semana.
Hoy, el Huerto Urbano Vecinal Gloria Fuertes, que es en lo que se ha convertido la iniciativa Replantamos plaza Lavapiés, reúne a más de una veintena de personas que participan activamente en su cuidado (Ángel, Alfonso, Maribel, Paula, Elena, Antonio, Marina...), mientras que son más de medio centenar los simpatizantes que, de una u otra manera, apoyan este espacio que ya espera su primera cosecha de tomates, al tiempo que ve también cómo asoman algunas berenjenas.
El pasado abril, en declaraciones a Somos Lavapiés, Peluzzo decía buscar que “familias, niños y asociaciones puedan plantar su propio huerto en los alcorques y entregar lo que se coseche al banco de alimentos del barrio” y, en definitiva, transformar espacios baldíos en lugares de “interacción, interculturales y de aprendizaje reciproco”.
La semilla de lo que imaginó junto a Carlos Marques no sólo está plantada, sino que parece haber arraigado con fuerza desde una autogestión vecinal que ha aprovechado la desidia municipal para mejorar el espacio público desde abajo.
Además de productos comestibles, en el huerto Gloria Fuertes hay distintos tipos de plantas con flor, cactus y otras especies verdes. Es un jardín tan heterogéneo y diverso como la procedencia de quienes lo cuidan y, en definitiva, el mismo barrio en el que se encuentra.
La cercana fuente de agua potable que hay en la plaza permite regar el huerto con comodidad, algo que también facilita un par de cubos de metal que de forma permanente están en este lugar para que cualquiera pueda aliviar la sed de las plantas en estos calurosísimos días.
Sobre el nombre elegido para este espacio poco hace falta aclarar, pero por si hay algún despistado en la sala, cabe recordar que la poeta Gloria Fuertes nació un 28 de julio de 1917 en la 'lavapiesera' calle Espada para después vivir en otras calles de este barrio en el que transcurrió parte de su infancia y al que siempre consideró su casa.
Pese a ello, Fuertes no cuenta en Embajadores más que con una placa que recuerda el edificio en el que estuvo su casa natalicia. Aunque en la pasada legislatura hubo un intento de darle su nombre a alguna plazuela de Lavapiés, técnicos municipales desecharon la idea aduciendo que la existencia de una calle en su honor en en el barrio de Mirasierra, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, podría general algún tipo de confusión.
Uno de sus poemas, 'A la prima Primavera' preside el huerto urbano vecinal: “Se oye un pío, pío junto a la orilla del Ríao / Oh!, cosa maravillosa, los árboles tienen hojas, las mariposas tienen hojas, la ristra tiene ajos / Junto a la orilla del río todo es belleza y sonrío, se oye un pío, pío, pío / La Primavera ha venido y yo la he reconocido por el pío, pío, pío.
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