Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La incertidumbre de las reválidas cala en los docentes: “Nadie quiere dar clase a 2º de Bachillerato”

Un profesor reparte los exámenes a los estudiantes. Foto de archivo

Sofía Pérez Mendoza

La palabra “reválida” se ha colado en los institutos con el inicio de curso de la misma manera que los libros y las mochilas. Los exámenes de final de ciclo de la LOMCE se han convertido en un tema de conversación recurrente entre los estudiantes, según varios profesores consultados. “Estoy escuchando a los alumnos y alumnas hablar del decreto, de qué pasará si se forma otro Gobierno. Están inquietos”, explica un docente de Lengua y Literatura de un instituto madrileño.

El profesor dirige el departamento de esta asignatura y admite que, de lo que se desprende de conversaciones entre compañeros, para muchos supone un problema dar clase a “los segundos de Bachillerato”. “No sabemos muy bien ni cómo plantear el curso y nadie quiere a priori meterse ahí. Vivimos en la más absoluta falta de información”, admite. En el momento de la conversación con eldiario.es, ni siquiera estaba completa la plantilla de su departamento.

En los institutos públicos, el proceso para elegir a los docentes que imparten clases en cada curso es el siguiente: se celebra un claustro en el que el equipo directivo entrega a cada jefe de departamento los grupos y las horas que le tocan. Después el departamento se reúne y se reparten los grupos, o por rueda –cada profesor va eligiendo según su posición en la rueda– o por acuerdo –se negocian las preferencias y se intenta llegar a acuerdos que satisfagan a todos–.

Según el decreto que regula las reválidas, los alumnos y alumnas de 2º de Bachillerato tienen que realizar una prueba en junio cuyo diseño aún es desconocido. Es el primer año que se implanta y por eso en esta ocasión aprobarla no es vinculante para titular, aunque cuenta para la nota media. En los próximos cursos será necesario sacar un 5 al menos para obtener el título de Bachillerato.

El Ministerio de Educación tiene como fecha límite el 30 de noviembre para aprobar la orden ministerial con las características de las pruebas, teniendo en cuenta que pueda seguir adelante con el proceso. En estos momentos, los trámites se encuentran en una situación de estancamiento por la ausencia de presidente, vicepresidenta y secretaria en el Consejo Escolar del Estado, órgano cuyo visto bueno es indispensable para completar el proceso.

Los docentes consultados por este medio reconocen que conocieron a través de la prensa que el proceso de implantación de las reválidas, de no desatascarse, podría impedir su realización en junio. “No teníamos ni idea de que igual no se podía sacar adelante”, reconoce Inés Andrés, profesora en un instituto madrileño. El jefe de departamento consultado también admite que su fuente principal de información al respecto es la prensa. “Lo que se cuenta a los directores es muy impreciso”, añade.

Preparar un examen sin conocerlo

Ines Andrés es docente interina y ha elegido voluntariamente dar clase de Lengua y Literatura en el nivel que este año tiene menos demanda en el reparto: 2º de Bachillerato. “El año pasado di a los primeros y este quiero seguir con ellos. No quiero dejarlos en la estacada en un curso tan complicado. No quiero que ninguno se quede por el camino”, explica a eldiario.es.

Reconoce que varios de sus compañeros le han preguntado que “por qué se ha metido en eso”. “¿Pero cómo te atreves tal y como están las cosas? No sabemos ni para qué les tenemos que preparar”, reproduce Inés, que se muestra optimista y piensa que el examen, al menos el de Lengua, “no va a variar mucho”. “Sí sabemos que el temario lo han recortado y el siglo XIX se lo han llevado a primero, pero en cuanto a la reválida, nada”.

El último curso de Bachillerato se ha enfocado tradicionalmente en la preparación de la Selectividad desde el principio, hasta tal punto que se organizaban los contenidos en bloques de acuerdo a la forma en la que caían en el examen.

Los días avanzan en el calendario mientras estudiantes, docentes y familias permanecen atentos a la decisión que tome la Abogacía General del Estado, cuyo informe estará listo en los próximos días según Educación, y determinará si el proceso de implantación de las reválidas puede o no seguir adelante.

En los pasillos continúa el bullicio. Al habitual, el del inicio de curso y los reencuentros, se suma el extraordinario. “Nos preguntan todo el rato y tuitean historias relacionadas con la situación. Se sienten un poco conejillos de indias”, resume Andrés.

stats