Los evacuados por el volcán de La Palma regresan a casa: “La sensación es agridulce”
La sensación es “agridulce” y de “impacto emocional”. Unos han podido regresar ya este lunes a sus viviendas, otros lo harán en los próximos días y muchos no podrán volver nunca a su hogar porque se encuentra sepultado bajo la lava. Nada es igual, el paisaje ha cambiado; no está el consultorio médico, ni el supermercado, ni la gasolinera, ni la iglesia... El Valle de Aridane ha quedado herido para siempre. Las destructivas coladas del volcán que entró en erupción el pasado 19 de septiembre, a las 15.12 horas, en la ladera oeste de Cumbre Vieja, en Cabeza de Vaca, en El Paso, han marcado un antes y un después en la historia de La Palma.
Carmen y José Ángel, una vez que este domingo el Comité Director del Plan de Prevención de Riesgos Volcánico de Canarias (Pevolca) acordara el levantamiento de las evacuaciones de varias zonas afectadas por la erupción, han regresado este lunes a su casa de La Laguna, un barrio de Los Llanos de Aridane que fue castigado con dureza por las coladas. Provistos de mascarilla FPP2, han seguido el protocolo establecido de ventilación de la vivienda para evitar la inhalación de gases tóxicos que pueden ser letales en pocos minutos. “Estamos emocionados y felices”, han asegurado, aunque no ocultan su desconcierto al mirar a su alrededor y contemplar un paisaje irreconocible.
Yesenia, junto a su padre, Tomás, y a su hijo Pablo, también han podido volver a su vivienda de La Laguna. En general, a todos los evacuados les embarga la misma sensación. “Es un sabor agridulce, porque nosotros hemos podido regresar, pero otros aún no han podido y también los hay que no podrán volver nunca”, subraya Yesenia.
Marta Resi es de las que nunca podrá habitar de nuevo su vivienda de La Laguna porque entre los días 12 y 13 de octubre la lava la sepultó. Desde el 19 de septiembre ha estado residiendo en casa de unos amigos y este lunes ha podido volver a una finca que tiene en Las Martelas, en Los Llanos de Aridane, donde piensa construir su casa e iniciar una nueva vida.
Entre 900 y 1.000 personas han podido regresar este lunes a sus viviendas tras considerar el Pevolca que se encuentran en “zonas seguras”, pero aún 564 se encuentran alojadas en hoteles y 40 en centros sociosanitarios de la Isla.
El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha señalado que estas zonas reúnen condiciones seguras para la vuelta de sus habitantes y ha precisado que por la parte norte de la erupción se liberan 345 hectáreas que hasta ahora permanecían evacuadas.
Las zonas en las que se ha permitido la vuelta de sus habitantes son, por el lado norte de las coladas, desde el punto kilométrico de la carretera de San Nicolás, LP-212, en línea recta hasta el punto 44,41 de la carretera general de Tamanca, LP-202. Desde este punto en línea recta hasta la bifurcación de la carretera de Los Llanos de Aridane y Fuencaliente y desde allí hacia la también bifurcación del camino de El Morro del Cabrito y al oeste 500 metros por el camino de la Cruz Chica. La zona en la que se levanta la evacuación continúa en dirección noroeste hasta el cruce de la LP-213 por el camino de Los Barretos. El levantamiento de las evacuaciones sigue en dirección oeste hasta el camino de Las Martelas de Abajo, al norte del núcleo de La Laguna, y continúa en dirección sur hacia la montaña de La Laguna rodeándola por el norte hasta la línea de costa ya con el mar. Por el sur, se libera desde el norte del punto kilómetro 37,5 de la carretera general de Jedey (LP2) y queda cerrada la vía 210. El núcleo que se libera en un primer momento es la evacuación de El Charco, pero la nueva demarcación baja hasta Jedey.
El Pevolca ha advertido de que en caso de que las personas sufran mareo, falta de aire o de fuerzas o náuseas deben abandonar la casa y avisar a los servicios de emergencia. Asimismo, deben comunicar al ayuntamiento la presencia de abultamientos, deformaciones o grietas en la vivienda.
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