Unidos en la distancia para aprender a dibujar

Se escucha a los pájaros mientras habla el artista Leandro Lamas desde su coqueto estudio de Neda (A Coruña), uno de los municipios ribereños de la ría de Ferrol, en una cuidada parcela de campo donde el escenario es coherente con las obras de su dueño: domina el colorido.

Pese a la incertidumbre del confinamiento, no hay concesiones a la tristeza y el dibujante persiste en su afán positivo con grandes formas y tonalidades muy vivas.

Cuenta a Efe que la cuarentena era el “momento ideal para repetir alguna actividad similar” a aquella que tuvo “muy buena acogida” hace ya “unos años”, cuando a través de Facebook convocó a gente que le seguía para el diseño paso a paso de un Apalpador, el personaje navideño que entierra sus raíces en la historia del rural gallego.

Desde esta zona rural nedense, el autor se lanza ahora a enseñar a dibujar y ya acumula cuatro sesiones con “mucho éxito”.

Lamas dice que esta idea se “agradece mucho porque participan de todas las edades y de diversos sitios”. Aunque no hay exigencias de nivel previo, confiesa que los “resultados son muy gratificantes” a partir de un sencillo procedimiento.

El proceso parte de un folio en blanco “dividido en 4 partes; en la siguiente capa añado elementos, vuelvo a añadir, vamos trabajando por capas, desde los elementos de la estructura al detalle”.

Y todo esto, desde su cuenta personal en la red social Facebook, que mantiene abierta a cualquier espectador para facilitar la participación.

El artífice de este proyecto publica sucesivamente imágenes que permiten el salto al siguiente ejercicio y al “final dejo libertad para que cada uno lo termine a su manera”. “Ahí está la gracia de cada uno; acuarela, rotuladores...”, apunta el creador nacido en el vecino municipio de Narón.

A Leandro Lamas el parón por el Covid-19 le pilló con encargos, que espera recuperar “cuando acabe todo esto”, y con ideas acumuladas en su mente que ahora aprovecha para ir plasmando en diferentes materiales.

Ilustra la imagen de colectivos o muchos eventos culturales en la comarca ferrolana y en toda Galicia y son célebres sus murales de grandes dimensiones. Motivos musicales o de la naturaleza jalonan no pocas paredes e impiden tener dudas sobre su autoría.

En días de espera por recuperar el tiempo perdido, el artista valora la “ilusión” que le provoca saber que consigue que alguna gente esté entretenida. “No es poca cosa en estos tiempos tan raros que estamos viviendo”, dice.

Entre las ganas por aportar algo diferente y el estímulo de sus muchos seguidores, la receta prácticamente se cocina por sí misma.

Terminada cada una de las citas, su muro de Facebook amanece repleto de decenas de dibujos y muchos guardan ciertas similitudes con el estilo de su maestro.

Los agradecimientos les acompañan, desde el aplauso por su “paciencia y generosidad” hasta el reconocimiento por activar a “familias enteras” al calor del diseño.

Que la distancia no estropee un buen deseo, el de “olvidar la vergüenza”, apostilla Lamas, y lanzarse a la piscina del dibujo.

Raúl Salgado