La Sanidad vasca exige por escrito a sus trabajadores un “uso racional” de los equipos de protección ante la falta de “disponibilidad”

El Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) admite en un protocolo interno que puede no haber “disponibilidad” de los equipos de protección más seguros contra el Covid-19 y plantea alternativas para paliar ese desabastecimiento e incluso propone medidas para “aumentar la durabilidad” de batas o mascarillas más allá de un solo uso. “Es fundamental la implicación de todo el personal en el uso racional de los equipos de protección individual (EPI) para garantizar su existencia en aquellos procedimientos de mayor riesgo”, recuerda a sus profesionales Osakidetza.

Estas reflexiones vienen recogidas en un documento llamado “Nota importante sobre el uso de mascarillas y batas de protección” firmado por Jesús María Goikoetxea Iribarren. Es el responsable de Salud Laboral de la OSI Araba, la organización sanitaria que agrupa a los hospitales y centros de salud de Álava, la zona de Euskadi más castigada por el coronavirus y donde se iniciaron los primeros contagios de sanitarios. Este escrito viene a modificar el procedimiento de actuación ante la pandemia en Álava a la luz de los recientes cambios adoptados tanto por el Ministerio de Sanidad como por el Departamento de Salud del Gobierno vasco. Está fechado a 4 de abril, es decir, este sábado.

Los tipos de mascarillas -de menor a mayor protección- son tres, la normal o quirúrgica, la FFP2 y la FFP3. Éstas últimas son exigibles para procedimientos que generan aerosoles, como las intubaciones, y habitualmente son de un solo uso. Se entiende que esos aerosoles son el momento de mayor riesgo de contagio del neovirus. Pero la Sanidad vasca admite que “si no hubiera disponibilidad” habría que recurrir a “mascarillas autofiltrantes FFP2”. Asimismo, en caso de ausencia de éstas, “las mascarillas quirúrgicas pueden ser utilizadas para la atención a casos posibles, probables o confirmados de infección por Sars-Cov-2”, que es el nombre técnico del coronavirus.

Y añade el documento: “Para aumentar la durabilidad de las mascarillas FFP2 y FFP3, se pueden colocar éstas realizando un ajuste facial correcto y, a continuación, acoplar por encima una mascarilla quirúrgica o una pantalla facial”. La nota incorpora un dibujo de la Sanidad gallega que recuerda que “algunas máscaras FFP vienen etiquetadas como de un solo uso” pero que pueden tener un “uso continuado durante una jornada laboral de 8 horas”. Asume que es algo “poco habitual” en los hospitales pero se puede hacer con algunas cautelas adicionales.

En cuanto al resto del equipamiento, abunda el documento interno que “en aquellas unidades donde el riesgo no sólo es de salpicaduras sino de generación de aerosoles”, el protocolo será “preferentemente” el de usar buzos “si hay disponibilidad”. El siguiente nivel de protección son las batas. Pero también se ve “condicionado” su abastecimiento en esta emergencia sanitaria. Así las cosas, “en ausencia de las citadas batas impermeables se recomienda el uso preferente de batas de TNT no impermeables, reforzadas con un delantal de plástico en previsión de que se produzcan salpicaduras”. Recomienda Osakidetza que “para aumentar la durabilidad de las batas impermeables” se pueden acomplar “con una bata de TNT o un delantal de plástico”.