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La sanidad pública pagó 10 millones extras en sueldos de personal al servicio de una concesionaria privada madrileña

Edificio de la Fundación Jiménez Díaz.

Raúl Rejón

La sanidad pública madrileña pagó 10 millones de euros extra en sueldos de personal que trabajaba para un centro privatizado gestionado por IDC Salud. Entre 2009 y 2012, el Servicio Madrileño de Salud abonó ese sobrecoste por el trabajo que realizaron 123 profesionales (sanitarios y no sanitarios) en un centro de especialidades que la administración había asignado a la concesionaria, según consta en la auditoría del hospital Puerta de Hierro, al que pertenecían inicialmente esos trabajadores.

El movimiento fue consecuencia del traslado del hospital Puerta de Hierro desde Madrid a la localidad de Majadahonda. Ese cambio supuso que la población de la capital que era atendida por el centro sanitario tuviera que cambiar de hospital de referencia. El Gobierno de la Comunidad de Madrid decidió que serían responsabilidad de la Fundación Jiménez Díaz que presta servicio en virtud de un convenio con la empresa IDC Salud.

Eso supuso que el centro de especialidades dependiente del hospital público Puerta de Hierro pasara a la gestión privatizada de IDC Salud. Los trabajadores públicos prestarían sus servicios en el centro privatizado –junto a los trabajadores contratados por la concesionaria–.

El trabajo que hacían estos profesionales se calculó en un millón de euros al año que tenía que poner la empresa, según los auditores. “La actividad que se desarrolle por los profesionales dependientes del Servicio Madrileño de Salud no sería en ningún caso facturable a efectos del Convenio [entre la sanidad pública y la empresa]”, recoge la fiscalización. Y añade: “Se ha venido descontando 1.000.000 € anuales en el canon a abonar a la empresa”. Es decir, el pago se hacía detrayendo esa cantidad del abono anual que paga la Comunidad de Madrid por la prestación sanitaria que hace la Fundación Jiménez Díaz.

Lo que muestra la auditoría es que ese cálculo fue muy favorable para la empresa. En cuatro años, los sueldos reales sumaron 14,4 millones de euros: 3,1 el primer ejercicio, 4,3 el segundo, otros cuatro el tercero y 2,8 el último revisado.

La revisión dice que tras mirar esos números “se deduce que el cálculo que se efectuó en 2009 para deducir de la liquidación de la Fundación, que se estimó en un millón de euros solo cubre una parte del importe realmente abonado por este personal”. Lo que alertó la fiscalización, tras cuatro años de mantener esa fórmula, es que, en realidad, la Administración puso tres cuartas partes de ese personal durante, al menos, cuatro años.

Cuentas poco claras

Las intervenciones del hospital Puerta de Hierro también han revelado el poco control que se ha hecho del presupuesto en el centro. En 2013 se afea que el sistema de gestión “no permite conocer íntegramente el importe de las obligaciones reconocidas por formas de adjudicación”. Con todo, el índice de contratación a dedo, mediante contratos menores que permiten elegir el proveedor sin concurso, llegó ese año al 47% del gasto total: 73,9 millones de euros. Los auditores dicen que esto denota “falta de planificación” aunque lo que implica es contratar “eludiendo los procedimientos de concurrencia”.

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