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En el año 2020, el Grupo de Amigas y Amigos Antonio Machado instaló una placa dedicada a las Trece Rosas en el Paseo de Circunvalación de Albacete. Se trataba de un delicado diseño de la ceramista Begoña Clemente compuesto por un breve texto sobre un ramillete de rosas rojas. Con ello se pretendía hacer lo que se hace en el resto de Europa, donde se entierra dignamente a todos los caídos en las sucesivas guerras pero se homenajea exclusivamente a quienes lucharon por la libertad y la democracia. En eso consiste, entre otras cosas, la memoria democrática.
La instalación permaneció poco tiempo intacta. A los pocos días apareció tumbada y medio rota. Probablemente la habían pateado. De inmediato, voluntarias y voluntarios del mencionado grupo enderezaron el mástil de la placa, la anclaron sobre una base de cemento y pegaron los fragmentos sueltos. Hay que gente que destruye y gente que construye. En esto y en todo.
Y así transcurrieron algunos meses. La placa estaba enclavada en un frondoso rosal de rosas blancas, de modo que el rojo de las Trece Rosas destacaba en el conjunto y podía verse a bastante distancia. Un día ese fogonazo de color desapareció como por arte de magia. La placa no estaba por ningún lado. Tras inspeccionar minuciosamente el terreno, se concluyó, por la limpieza del corte, que la habían segado con una radial. ¡Con una radial! ¡Como auténticos psicópatas de cine gore !
La lucha del Grupo Antonio Machado por que los nombres de las Trece Rosas no se borren de la historia continuó. Así, un tiempo después, tras diversas conversaciones con los grupos municipales de PSOE y Unidas Podemos, el Ayuntamiento de Albacete levantó en la misma zona una especie de monolito metálico. En él figuraban un texto explicativo más extenso y una foto de la instalación anterior. Quizá no era tan bonito como la placa original, pero resultaba más pedagógico y, sobre todo, más sólido. Ese montaje solo lo podrían volcar con un bulldozer. O eso pensaban…
Cada dos por tres, aparecían cruces gamadas, insultos y logos de una formación actual de extrema derecha que gobierna con el PP en muchos sitios. Pocos días antes del ya habitual homenaje a las Trece Rosas, los de siempre destrozaron el monolito utilizando probablemente palancas u otras herramientas pesadas. Solo les faltó bombardear el lugar
Como era previsible, los psicópatas de la radial volvieron a actuar. Lo primero que hicieron fue garabatear con un rotulador toda una serie de exabruptos que, por su caligrafía y su ortografía, parecían salidos de mentes más bien primitivas. La gente de Antonio Machado los borró con acetona y chimpún. La operación hubo que repetirla varias veces porque, cada dos por tres, aparecían cruces gamadas, insultos y logos de una formación actual de extrema derecha que gobierna con el PP en muchos sitios. Y así hasta que, pocos días antes del ya habitual homenaje a las Trece Rosas, los de siempre destrozaron el monolito utilizando probablemente palancas u otras herramientas pesadas (almainas, cinceles…). Solo les faltó bombardear el lugar.
En fin, esta historia, en lo fundamental, es la historia de todos los lugares de la memoria existentes en España, incluyendo otras dos placas instaladas por el Ayuntamiento a instancias del Grupo Antonio Machado y la Asociación Fosa de Alcaraz en homenaje a las personas represaliadas en la provincia de Albacete y a los deportados a campos de concentración nazis. Nos hemos centrado en la placa de las Trece Rosas porque nos parece un ejemplo clarísimo y terrible de esa cierta violencia simbólica que siempre precede a la violencia real. Si comandos de extrema derecha son capaces de profanar brutalmente la memoria de trece jóvenes inocentes asesinadas, ¿de qué no serán capaces? ¿Cuándo pasarán de atacar objetos a atacar personas? Ya advirtió Mark Twain que la historia no se repite, pero rima.
Pero rematamos nuestro relato con una buena noticia. Como decíamos, el pasado lunes 5 se celebró un homenaje a las Trece Rosas en torno al monolito “torturado” por los fascistas. Pese a las fechas y las temperaturas, acudieron unas doscientas personas de toda clase, edad y condición. Afortunadamente, frente al odio y el miedo que siembra la extrema derecha, siempre aflora la esperanza.
P. D.: Por cierto, en la web de sugerencias y quejas del ayuntamiento podéis exigir a Manuel Serrano López, alcalde de Albacete, que todas las placas mencionadas sean reparadas y conservadas. Nos consta que mucha gente ya lo ha hecho. Levantad la voz. Nadie puede permanecer sordo ante un clamor.
* El Colectivo Puente Madera está formado por Esteban Ortiz, Eva Ramírez, Elías Rovira y Javier Sánchez.
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