Las aglomeraciones en las calles de Chueca hacen temer “efectos sanitarios fatales”
La intención de la organización del Orgullo LGTBI de que la celebración de este año fuera más reivindicativa que festiva debido todavía a la situación sanitaria provocada por la Covid-19, motivo por el cual, por ejemplo, la manifestación estatal de este sábado por el centro de Madrid no incluirá las típicas carrozas, choca con la realidad que se vive cada noche en las calles de Chueca desde que arrancaron de forma oficial los festejos.
Noche tras noche, la asociación de vecinos de Chueca viene denunciando, a través de distinto material gráfico, las aglomeraciones de personas que se están produciendo en las calles de este barrio y que poco se distinguen de las que eran habituales en estas fiestas antes de la pandemia.
La asociación de vecinos de Chueca, muy crítica con la forma en la que la celebración del Orgullo se vive en esta zona de Madrid por el ruido y la suciedad, principalmente, que provoca y que afectan al día a día de los residentes, dice temer ahora, sobre todo, las “fatales” consecuencias sanitarias que creen que tendrán los “excesos” que se están produciendo estos días y señalan directamente tanto a Ayuntamiento como a organizadores del Orgullo como responsables de los mismos. “Ya avisamos que promocionar el Orgullo en Chueca, como han hecho ambos, iba a tener consecuencias, pero manda el negocio y así nos va”.
En un vídeo difundido este sábado por esta asociación se observa cómo anoche en la confluencia de las calles Barbieri y San Marcos no podían caber más personas, una escena que, según Esteban Benito, su portavoz y presidente, se repetía en todo el barrio. Benito también habla de la existencia de “botellones todas las noches, tolerados por el Ayuntamiento con la excusa del Orgullo, en las plazas de Chueca y de Pedro Zerolo.
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