Urkullu vuelve a enfrentarse a Sánchez, critica la paralización de la economía y reclama que las comunidades decidan
El lehendakari, Iñigo Urkullu, vuelve a chocar con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la aplicación de las medidas restrictivas para frenar la extensión del coronavirus. Ocurrió en las horas previas a la declaración del estado de alarma, cuando el Gobierno vasco no creía necesario el confinamiento y denunció que se centralizaran competencias y ocurre tras el anuncio de detener toda la actividad económica “no esencial”, cuyo alcance real aún se desconoce.
Por carta y antes de la videconferencia que mantendrán Sánchez y todos los líderes autonómicos, Urkullu -que gobierna en coalición con los socialistas en Euskadi- subraya el riesgo para la “competitividad” de la drástica decisión, asegura que es una medida “no clara” y no consensuada y reclama que el Estado delegue en las comunidades autónomas que puedan “concretar qué actividades y empresas” son “necesarias” de acuerdo a las “especificidades” de cada territorio. En la misma línea que su partido, el PNV, Urkullu asegura que el equipo de Sánchez ha acordado lo “contrario a lo que hasta el día anterior se había manifestado”.
Urkullu -que asegura haber mantenido contactos con “agentes políticos, económicos y sociales” durante el fin de semana- ya había manifestado públicamente su deseo de no detener la actividad económica de manera general al entender que el agujero para el PIB será irrecuperable. Ha llegado a hablar de “coma económico” en varias intervenciones aludiendo al peso del PIB industrial en Euskadi, superior a la media. En una carta publicada por este periódico titulada 'Saldremos' escribía: “El cierre total dificultaría, en mayor grado, la ya difícil prestación de los propios servicios esenciales a la ciudadanía”.
En su carta al presidente, enfatiza que hay que tener en cuenta las “especificidades” de cada comunidad autónoma y medir “la incidencia” de las medidas “en el PIB” y en la “cadena de valor” o incluso en sectores básicos que ahora auxilian a la industria sanitaria que podrían tener que parar, sobre todo porque considera que son medidas “no claras”. Según el lehendakari, “los datos de reducción de movilidad” de las últimas semanas ya indican una reducción de la actividad de gran calado y frenarla aún más podría suponer una “dificultad” para las empresas porque compiten en sectores internacionalizados con firmas de otros países “que mantienen abierta su actividad”. Alerta, además, de lo complejo de activar esta nueva restricción para que esté operativa el lunes. Insiste en que sigue criterios “fundamentados en la salud pública” de las autoridades sanitarias cuando reclama no parar el país.
“Atendiendo los criterios fundamentados en la Salud Pública según directrices de las autoridades sanitarias en las que también todas las Comunidades Autónomas nos basamos, será cada Comunidad Autónoma en su ámbito de Diálogo Social la que desde la especificidad del Territorio podrá concretar actividades y empresas que son auxiliares y necesarias para la actividad crítica previo conocimiento del Gobierno español”, desea Urkullu, que ya fracasó cuando demandó a Sánchez que le delegara la gestión del estado de alarma en Euskadi en atención a su condición de máximo representante ordinario del Estado en la comunidad autónoma, según el Estatuto.
El lehendakari parece igualmente molesto con las formas además de con el fondo: “En la de este fin de semana, es la tercera ocasión en la que la reunión prevista mencionada y convocada [por la videconferencia] viene precedida el día anterior de una comparecencia pública ante los medios de comunicación. Asimismo es la segunda ocasión en la que la reunión viene precedida del conocimiento desde determinado-s medio-s de comunicación de borrador-es de Decreto a aprobar en Consejo de Ministros a celebrar antes de la reunión entre Presidente y Presidentes-Lehendakari. Lo anunciado en el día de ayer no solo es desconocido para determinados presidentes de Comunidades Autónomas (PSOE y PP) antes de la comparecencia ante los medios por parte del Gobierno y que me llamaron al conocer por la conferencia de prensa de su anuncio en sus términos sino que es contrario a lo que hasta el día anterior se había manifestado por el propio Presidente y ministros varios del Gobierno español a agentes políticos, económicos y sociales que ayer mismo me llamaron y conocí de manera constatable”.
Urkullu se ha expresado en la misma línea dentro de la videoconferencia. Según ha expresado -el Gobierno vasco ha facilitado el guion que llevaba escrito-, la decisión de bajar la persiana “no era la única posible”. Incluso ha planteado que retrasarlo una semana habría sido menos “lesivo” ya que habría coincidido con las semanas festivas de Pascua. Y ha lanzado una pregunta: “¿Qué medidas complementarias va a adoptar el Gobierno español para apoyar al sector industrial y compensar el grave impacto en el empleo y en la actividad productiva que va a tener la decisión de cierre adoptada?”.
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