Sindicatos anuncian tres días de huelga en los comedores escolares de Euskadi
Llevan tratando de reunirse con el Gobierno vasco desde el pasado mes de mayo, pero a día de hoy los trabajadores y trabajadoras de comedores escolares -subcontratados por el Ejecutivo vasco- no han recibido respuesta a las cuestiones que solicitan para poder desarrollar su trabajo a pesar de la pandemia: que se negocie el “mantenimiento del empleo y las condiciones laborales de los trabajadores del sector” y que se tomen “medidas sanitarias” para proteger la salud de empleados y niños.
Ante esta situación, los sindicatos ELA, LAB, CCOO y UGT han convocado tres días de huelga los próximos 21, 27 y 29 de octubre en los comedores escolares de las escuelas públicas, privadas y concertadas de Euskadi alegando la “actitud antinegociadora” del Gobierno vasco y de las empresas gestionadoras del servicio.
No se trata de la primera huelga que realizan desde el comienzo del curso los trabajadores de este sector, puesto que también participaron en la huelga educativa del pasado 15 de septiembre, donde solicitaron una reunión con el consejero de Educación, Jokin Bildarratz y señalaron que por la falta de respuesta del Gobierno vasco interpretan que “está visto que en su concepción, el personal subcontratado mayoritariamente femenino somos personal de segunda categoría. Si somos tan esenciales ¿por qué nos ignoran?”, denunciaron durante la manifestación que recorrió Bilbao.
En un comunicado, los sindicatos han criticado que “además de mantener los mismos ratios de cursos anteriores y hacer caso omiso a las necesidades actuales en cuanto a grupos estables o espacios, no están garantizando el mantenimiento del empleo ni las condiciones laborales del colectivo. De hecho, muchas trabajadoras eventuales no han sido llamadas a trabajar”.
El trabajo de estas empleadas se basa en preparar la comida ya precocinada, colocar las mesas y servir a los alumnos. El problema surge cuando a raíz del coronavirus los niños tienen que dividirse en más grupos, pero el tiempo para darles de comer y el número de trabajadoras de comedor sigue siendo el mismo. Otra de las dificultades a la hora de proteger los llamados “grupos burbuja” surge porque debido a la falta de personal, la monitora que sale al recreo después de comer con los distintos grupos es la misma.
Los sindicatos también han alertado de que “la improvisación y la falta de personal para un comedor seguro y de calidad está generando desconfianza entre las familias”, algo que está provocando que “muchas no demanden el servicio, aún teniendo necesidad del mismo” y han recordado que “para muchos niños y niñas la única comida completa que reciben al día es la del comedor”.
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