“¿Cómo es posible que la Biblioteca Regional abra los sábados a las 11 de la mañana?”
El sábado por la mañana unas 70 personas tuvieron que esperar una hora a que abriera la Biblioteca Regional (BRMU). Los asistentes al taller literario impartido por la escritora Clara Obligado y organizado por la autora murciana Lola López Mondéjar no habían sido informados del nuevo recorte horario que entró en efecto el pasado enero y que supone abrir las puertas de la biblioteca a partir de las 11h de la mañana. La actividad estaba programada desde hacía meses a las 10h.
“Durante 13 años se han organizado los talleres de esta forma en la biblioteca y nadie me había dicho que abría a las 11 de la mañana”, dijo López Mondéjar a eldiario.es. “¿Cómo es posible que la biblioteca abra los sábados a las 11 de la mañana? Los días de más ocio en lugar de estar abierta 24 horas, se cierra una hora más por la mañana”, añade la escritora.
El pasado 12 de enero muchos estudiantes también tuvieron que esperar una hora cuando apareció el cartel ese mismo día con el aviso del nuevo horario de apertura a partir de las 11h de la mañana. Si ya el pasado septiembre se había reducido una hora por la mañana y otra por la noche con la excusa de que era un cambio temporal, de 10h a 20h en lugar de 9h a 21h, el pasado enero se volvió a recortar otra hora. En septiembre se organizó una protesta poética en la puerta contra del recorte horario.
“Es la misma agenda, se trata de ir recortando horas sin preaviso. Como la movilización tuvo cierto éxito dijeron que era una cosa provisional por los turnos de los empleados de limpieza. Pero en lugar de recuperar nada, lo vuelven a recortar. Al final el objetivo es no abrir los fines de semana”, señala José Daniel Espejo, escritor, librero y también organizador del reclamo poético.
López Mondéjar también tenía previsto la presentación de `Salsa´, la novela reeditada de Obligado, en el Salón de actos de la biblioteca el viernes 8 de febrero a las 19.30h. Un día antes la avisaron de que el espacio se iba a dedicar a otra actividad y que no podía celebrarse dicha presentación. “Una institución no le puede cambiar a alguien una actividad de la que le han dado garantías unas horas antes. Es una falta de respeto”, apunta López Mondéjar.
La autora, por otra parte, tuvo que dejar la biblioteca el año pasado como lugar donde impartir su taller de literatura después de trece años y actualmente tiene lugar en Las Claras.
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