Un informe asegura que reunir el Parlamento Vasco por vía telemática lo convertiría en un “patio de colegio”
Los servicios técnicos y jurídicos del Parlamento Vasco, en sendos informes, descartan que se pueda celebrar de manera completamente telemática la comparecencia prevista ya del lehendakari, Iñigo Urkullu, para explicar su gestión en torno a la crisis del coronavirus y el estado de alarma. Los letrados remarcan que la jurisprudencia y el reglamento recogen ciertas exigencias de “presencia” y “contacto” y los informáticos van más allá y hablan de que montar una videconferencia a múltiples bandas convertiría una institución solemne en un “patio de colegio”.
Los técnicos consideran que son más los problemas que las certezas a la hora de diseñar 'ex novo' una sesión parlamentaria virtual, en este caso de la diputación permanente, que es el órgano de retén entre legislaturas. Necesariamente habría que conectar uno de los equipos de los intervinientes en el propio edificio del Parlamento para poder enviar la señal habitual de audio y vídeo. Además, ni siquiera así habría traducción simultánea euskara-castellano, un derecho de los no vascoparlantes. Otro problema es que serían los propios parlamentarios y no los técnicos los que tendrían que preparar los equipos y que habría que hacer una prueba previa.
Sin embargo, se incide especialmente en el problema del “control de las intervenciones”, algo esencial en un Parlamento y que es una potestad de la presidenta. Dicen los informáticos que en una videoconferencia “si el micrófono de un interviniente recibe sonido, hace que el 'software' decida quién es el interviniente actual”. Añaden que “queda un poco como de patio de colegio”. “Si no se hace una prueba con todos los intervinientes, habría muchas probabilidades de que no salga bien. Conclusión: todas estas incógnitas y problemas nos indican que hay pocas garantías de funcionamiento”, se puede leer en el informe técnico.
Los letrados, por su parte, remarcan que “la celebración de sesiones no presenciales requeriría la modificación del reglamento” de la Cámara, algo que no es viable en período preelectoral -aunque por motivos excepcionales se hayan suspendido esas elecciones-. “Aún son válidos los principios de presencia, contacto personal e intercambio directo de opiniones y visiones políticas que conforman la esencia del debate parlamentario tal como ha sido entendido desde sus inicios”, se puede leer en su informe, en el que se mencionan sentencias recientes relativas al papel de Carles Puigdemont en el Parlament catalán debido a su residencia en Waterloo. Sólo la Cámara de Baleares regula en parte algunas reuniones telemáticas para electos de islas diferentes a las de Mallorca.
Así las cosas, a falta de que la Mesa de la Cámara decida este jueves el formato y la fecha definitivas de la importante sesión parlamentaria, se trabaja en una fórmula mixta, con una reunión en el salón de plenos para garantizar que haya distancia, con una presencia mínima por parte de los partidos y con medios telemáticos que garanticen que aquellos aforados en cuarentena, como es el caso de la socialista Idoia Mendia, puedan ejercer sus derechos e intervenir.
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