Los niños de Madrid para los que Papá Noel son los recursos públicos o las donaciones
La magia de la Navidad no llega a todo el mundo. Según los datos más recientes del INE, el 33% de los menores de 16 años se incluyen en la tasa AROPE, que muestra el riesgo de pobreza y exclusión social en España. Aunque en zonas como País Vasco, Cataluña o la Comunidad de Madrid el riesgo de pobreza infantil es menor a la media nacional –el año pasado, la tercera región alcanzó un 23% de menores rozando el desamparo–, este problema existe en todas partes. Por eso, el Ayuntamiento de la capital pone cada año en marcha algunos planes para que en las fiestas haya cuantos más niños con regalos, mejor.
Hace poco el propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida, acudía a la residencia de San Idelfonso, de titularidad pública y en la que en estos momentos residen durante la semana hasta 55 niños que provienen de familias con pocos recursos. Allí entregó, acompañado del delegado de Personas del área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández Sánchez, los regalos que habían sido elegidos de una lista que los propios pequeños habían confeccionado días antes.
Mochilas, muñecos, pistolas de plástico, coches de juguete que imitan el batmóvil (el vehículo de Batman) o incluso una bicicleta han sido presentes entregados en los últimos años a los jóvenes que habitan este centro municipal. Según el departamento competente, a los chicos y chicas se les da la opción de escribir una pequeña carta a los Reyes Magos con tres regalos que les gustaría tener. De todos estos se elige uno y, recién entradas las fechas navideñas, se les otorgan para que jueguen durante las fiestas.
Los reciben niños que nacieron en el seno de familias que, ya sea por cuestiones laborales, sociales o económicas, no pueden hacerse cargo de sus hijos. Por ese motivo, y si logran una plaza en el centro, los menores pueden quedarse de lunes a viernes en la residencia de San Idelfonso. Los fines de semana o en las vacaciones, vuelven con sus familias hasta nuevo aviso.
Pero ellos no son los únicos que participan en iniciativas similares donde los fondos públicos o donaciones privadas sustituyen a sus majestades de Oriente. Por el Centro de Emergencia Temporal Las Caracolas, un espacio con 300 plazas de alojamiento para atender a personas en situación de urgencia social o residencial, también pasan los regalos. Es habitual que este dispositivo en Villa de Vallecas, donde el último año se contabilizaron 136 usuarios, niños y adolescentes, se distribuyan presentes navideños para que sus huéspedes los disfruten.
El último día de Reyes, el 5 de enero de este 2024, fueron los servicios municipales del SAMUR-Protección Civil y SAMUR Social los encargados de recoger, preparar o trasladar juguetes que había donado para este fin la empresa de distribución Alcampo. Las Caracolas también se configuran como un dispositivo de acogida de carácter temporal y transitorio para familias solicitantes o en proceso de solicitud de protección internacional, que luego pasan a la red estatal.
Otros lugares a los que llegarán juguetes solidarios
Este año la vicealcaldesa de Madrid, Inmaculada Sanz, volverá a acudir a la entrega de regalos de Las Caracolas, que tendrá lugar la próxima semana. Además de esta o la propuesta de San Idelfonso, el Ayuntamiento explica a Somos Madrid que el reparto llega a otros menores que viven en situaciones desfavorecidas.
Por ejemplo, a hijos de mujeres que han sido víctimas de violencia de género y residen en los recursos municipales de alojamiento protegido. También a los niños del centro de acogida Mejía Lequerica, en el distrito centro, o a los dispositivos gestionados por SAMUR Social: la Unidad de estancias breves Hermanos Álvarez Quintero o la propia central del organismo.
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